Es absurdo dividir a la gente en buena y mala, la gente es tan sólo encantadora o aburrida.
Eso pasa en el PRI.
(En el PRI poblano en particular).
Hay gente tonta y gente inteligente.
Los que se están quedando, que son los menos, ya no saben para dónde voltear.
A donde lo hacen sólo ven gente muerta y gente tonta.
Tonto es aquel que cree que el pueblo es tonto, dice siempre el presidente López Obrador.
Y es cierto.
Los priistas poblanos, los que están al frente, son de esa estirpe.
Los que tienen un pie fuera saben que se llevarán las luces a donde vayan.
El resto, sus cuasi excompañeros, se quedará en las tinieblas.
Néstor Camarillo, por ejemplo, será senador de la República.
Eso no lo hará encantador o inteligente.
Sólo lo hará poseedor de un escaño y esclavo de Alito Moreno, ese gran bribón de la historia nacional.
Ser parte de la servidumbre no es cosa buena.
Menos en el escenario que viene.
Hace unos días, por ejemplo, Camarillo regresó al Congreso de los diputados, y se sentó en su curul, al lado de su padrino Jorge Estefan Chidiac.
“Padrino”, le dice el primero al segundo.
“Ahijado”, le responde el segundo al primero.
Las cámaras captaron un diálogo ligeramente largo de curul a curul.
¿Qué se dijeron?
Nadie lo sabe.
Pero no es difícil imaginarlo.
Seguramente Camarillo culpó a Alito de su llegada al Senado.
A Alito y a Eduardo Rivera, el candidato del PRIAN que vetó a Estefan.
“Yo no quería ser candidato al Senado, Padrino”, seguramente le dijo Camarillo a su padrino en medio de sus lágrimas de cocodrilo.
Él no quería (ajá), lo obligaron.
Ajá.
“Pobrecito priísta que era yo”, dirá algún día su epitafio.
¿Qué es lo que viene?
La paz de los sepulcros en el PRI poblano.
Se quedarán algunos que ya están muertos (políticamente hablando) y que son notoriamente aburridos.
Las luces se las llevarán Estefan y otros más.
¿Qué dirá Alito cuando venga a levantarle la mano a Eduardo Rivera en un ambiente de sepulcro o camposanto?
¿Qué mensaje enviará esa escenografía de plástico y sin brillo?
¿Cuál será la traducción?
Algo es previsible: los tontos y aburridos se quedarán hablando con los tontos y aburridos, mientras la gente brillante se irá con su conversación a otro lado.
Unos iluminarán los espacios a los que vayan.
Los otros, ufff, se quedarán en las tinieblas.
¿Y el candidato del PRIAN?
Tendrá que administrar las veladoras que servirán para un funeral de pompa y circunstancia.
Es absurdo dividir a la gente en buena y mala, la gente es tan sólo encantadora o aburrida.
(Lo escribió Jordi Soler, pero yo lo hago mío desde ya).
Dos talentos en Puebla. Xóchitl Rangel es una valiente y brillante reportera que se inició en el periodismo en 2008.
Ha trabajado en Síntesis, e-consulta y el periódico Cambio.
Fue corresponsal del diario El Universal de 2010 a 2014
Fue, también, directora editorial de El Universal Puebla los últimos dos años.
Hay que decirlo: lo suyo es el periodismo, no la propaganda o las relaciones públicas.
Por eso es que abrió hace poco el sitio www.tendenciaspuebla.com.mx, mismo que ofrece contenidos digitales con información fresca y una perspectiva original.
Y todo con el sello de quien mantiene la pasión periodística que siempre le hemos conocido.
Suerte y pulso, querida Xóchitl.
***Juan Pablo Aguilar, talentosísimo profesional dueño de una prosa potente, también abrió hace poco una página que sirve de respiro entre tanta bruma: estilocracia.com.
Acompañado del también brillante Miguel Maldonado, Juan Pablo persevera en algo en lo que cree desde hace años: que la inteligencia, la imaginación y la buena prosa también tiene sus lectores.