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sábado, noviembre 23, 2024

El nuevo periodismo analfabeto (y sus ganancias)

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El caso Debanhi se ha convertido en una asquerosa trama de lucro que es utilizado por vividores de todo tipo. 

Evidencia, además, el perfil de los nuevos “periodistas” surgidos, en buena parte, gracias a la fuerza que cada día tienen las redes sociales. 

Quien ha aprovechado más que todos ese caso es un vividor denominado Mafian TV, excoordinador de contenidos de Laura Bozzo, que ha llegado a tener hasta más de cinco millones de vistas en sus transmisiones. 

¿Qué vende para lograr esas audiencias que superan las de Las Mañaneras del presidente López Obrador? 

Morbo. 

Un morbo brutal que no va acompañado de las exclusivas que anuncia. 

El ex empleado de Laura Bozzo —fiel alumno de su maestra— jura todos los días que ya viene la bomba que tirará todas las hipótesis de la Fiscalía de Nuevo León. 

Pero los días pasan y no ofrece nada nuevo. 

Un blablablá interminable es lo que entrega. 

Si YouTube paga entre 5 y 89 pesos por cada mil vistas, imagine el hipócrita lector lo que se embolsa Mafian TV. 

Algo así como 250 mil pesos por los videos citados. 

Cuando le va mal se lleva por transmisión 50 mil pesos. 

Y hace unos dos o tres videos diarios. 

Sus vistas superan ampliamente a periodistas como Julio Astillero, Álvaro Delgado, Alejandro Páez Varela. 

Mafian Tv está por encima, incluso, de Latinus, El Universal, El Financiero y Reforma. 

Las audiencias más elevadas de los citados tienen que ver con el caso Debanhi. 

Entre más se alargue la investigación, el lucro económico será mayor. 

Esto habla, además, del pobre nivel de las audiencias y de la falta de escrúpulos de personajes como Mafian TV y su legión de imitadores. 

Hay que decirlo: Mafian —Fabián Pasos— es el padre de esta legión. 

En consecuencia: lo es también del nuevo periodismo analfabeto. 

Sólo un problema tienen estos imitadores: sus publicaciones no las leen ni en sus casas, por lo que no reciben las jugosas ganancias de nuestro personaje. 

Pero ahí seguirán: medrando “apoyitos” para el “refresquito”. 

Es su naturaleza. 

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