Ya dijimos que las casas de asignación —casas de citas, casas malas, casas del pecado— forman parte de un lema fascista: Dios, Patria, Familia.
Las putas —según esta consigna franco-yunquista— no tienen Dios.
Y si no tienen Dios, tampoco tienen patria.
Y si no tienen patria, menos tendrán derecho a una familia.
Por eso hay que quitarlas de la calle y enviarlas a un lugar oscuro, secreto, lleno de proxenetas e inspectores del ayuntamiento —en este caso: el de Puebla—, en aras de adecentar las calles.
Y es que es muy desagradable, por ejemplo, que vaya el señor alcalde, por ejemplo, un día de asueto, por ejemplo, caminando con su familia, por ejemplo —incluyendo al buen Matías, por ejemplo—, y les salga al paso una hetaira despechada — es decir: mostrando el pecho—, por ejemplo, y le diga algo así, a bocajarro: “¿No vas, papi? Doscientos el oral y quinientos sin condón”.
Para evitar esas escenas bochornosas, los santos barones del Yunque tuvieron a bien instruir al Empleado del Mes que quite a las putas de la calle y las meta en casas de asignación, algo tan cavernario como el ungüento que usan esos santos barones para combatir las hemorroides. Las ciudades modernas, todas, no esconden a sus putas.
Ellas son dueñas, en buena parte, de las ciudades.
Y nadie se horroriza como aquí porque en esos lugares no gobiernan fanáticos de Franco y Cristo Dios.
En España, por ejemplo, ya en camino del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, han empezado una campaña que metería a Eduardo Rivera y Pérez debajo de la cama.
Vea el hipócrita lector lo que ha empezado a circular:
“Empezamos con una campaña para calentar motores para el 8M.
“‘Señala al putero’
“Fuera puteros, burdeles, clubes y pisos donde explotan a mujeres prostituidas, de nuestras ciudades.
“La esclavitud no debe ser consentida debe ser abolida.
“‘Señala al putero’
“Campaña de concienciación abolicionista”.
¡Ay, Jesús de Veracruz!
¡Cristo Rey de Monterrey!
¡Saquen las hostias, hermana Engracia, saquen las hostias!
Nota Bene: Por cierto, sé de un santo barón que es adicto al látigo y al gel. De día, es un abuelo cariñoso.
Va a misa, los domingos, a la iglesia de Las Ánimas, come en familia, eructa solo, duerme la siesta.
Pero algunas noches, cuando los gatos chillan…
A propósito de la miseria humana
Muchos calderonistas se indignaron con el ministro Zaldívar porque rompió el silencio.
¿Qué dijo que lastimó a los adictos a Felipe Calderón?
Que una vez recibió la visita del entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
Y éste lo hizo para presionarlo y para que cambiara el proyecto de sentencia sobre el caso de los niños quemados en la guardería ABC.
En dicho proyecto, el ministro señalaba las responsabilidades de funcionarios del IMSS y familiares de Margarita Zavala.
Así lo dijo textualmente:
“El tono de voz iba subiendo cada vez más, hasta que terminamos a gritos, en un momento me dice el secretario: ‘Dice el presidente que no te apoyamos para esto’”.
El periódico La Jornada contó más: Zaldívar le dio “instrucciones a su secretaria para que guardara el proyecto bajo llave, y si él no aparecía al día siguiente, lo difundiera ante la prensa. ‘Era tal la tensión que yo no sabía si iba a poder llegar a la Corte’ agregó.
“Hoy puedo dar fe de una operación de Estado para proteger a la familia de la esposa del presidente, para proteger a los altos funcionarios públicos de ese gobierno que hoy viene a hablar de Estado de Derecho y de autonomía y de no sé cuántas cosas, sin ninguna autoridad para decirlo”.
Dejo otra vez la voz a La Jornada:
“Zaldívar agregó que el expresidente Felipe Calderón operó de varias maneras para intentar que el asunto no tuviera repercusiones a nivel internacional, incluso bloqueando la ayuda médica: ‘Me contaron los papás y las mamás que el gobierno de Felipe Calderón no había permitido que salieran aviones a Sacramento donde había un hospital esperándolos para poderlos curar porque no querían que se hiciera grande el escándalo’”.
Qué miserables Calderón y Margarita Zavala. Ufff.
Por cierto: padrinos de Eduardo Rivera y Pérez, e invitados de honor —junto con Matías— a la risible toma de posesión de su ayuntamiento.
Con estos bueyes hay que arar.
Sobre la Udlap
Este jueves iniciará la diligencia para que el campus de esta universidad —tan depauperada por los Jenkins, los Derbez y los voceros— sea entregada al nuevo y odiado patronato de la Fundación Mary Street Jenkins, que a su vez lo entregará a la rectora interina Cecilia Anaya, que a su vez no tendrá otra que abrirlo a los estudiantes.
Es cuanto…