Un escueto “es probable” fue la respuesta de Enrique Rodríguez, vocero de los Jenkins, a la pregunta de un estudiante de la Universidad de las Américas Puebla —@Rodrigogs01—: “¿Mañana te vemos en la entrada de la Udlap, Enrique?
¿Qué le enfrió el ánimo a este personaje?
Lo que tanto negó que pasaría: que el nuevo patronato, encabezado por Horacio Magaña, le entregó el campus a la doctora Cecilia Anaya.
(El lunes 21 de febrero, luego de que a eso de las 3 de la tarde revelé lo que vendría en la trama Udlap, el vocero me dijo que mentía a través de Twitter y se casó con su versión equivocada).
Su montaña de mentiras se vino abajo, pese a presumir que es abogado y experto en temas jurídicos.
Lejos del activismo que tuvo en días pasados —muy lejos de su euforia de porro—, Rodríguez no celebró la entrega del campus, y todavía se dio tiempo para acusar de falso un comunicado del verdadero patronato de la Fundación que anunciaba el fin de la resistencia de los actuales directivos y la entrega de las instalaciones a la rectora interina.
Uno es lo que tuitea.
Y lo que tuiteó en las últimas horas el vocero fue un artículo que escribió en contra del presidente López Obrador, la primera plana de este jueves del diario deportivo Récord y estas líneas: “El sábado se va Solari de su equipo estimado doctor, aunque por mí que lo dejen otros 3 años”.
¿Quién es Solari?
Santiago Solari, entrenador del América.
Ufff.
Se necesita estar deprimido para ignorar la entrega de las instalaciones, el ingreso de la rectora interina y de decenas de estudiantes, y las declaraciones de Anaya en el sentido de que “el grupo de Horacio Magaña fue muy amable en el proceso de entrega del campus de la Udlap”.
Claro que duele.
Y cómo no, si quedaron evidenciadas sus mentiras.
¿Dónde queda la descalificación que hizo del comunicado del nuevo patronato de la Fundación?
Vea el hipócrita lector lo que se atrevió a escribir en plena depresión:
“Por favor NO hagamos caso de falsos comunicados de un grupo derrotado”.
Pero la realidad jurídica se movió de otra forma:
El “grupo derrotado” promovió la entrega del campus a la rectora interina —cosa que se concretó este jueves en un juzgado civil de Cholula—, y la propia Cecilia Anaya destacó la amabilidad del multicitado grupo.
Los únicos que siguieron el juego del vocero —éste sí derrotado— fueron sus innumerables bots y la senadora Nancy de la Sierra, quien escribió un tuit que luego borró.
¿Qué decía el mensaje?
Que celebraba que la universidad hubiese sido entregada al patronato legítimo.
Es decir: el de los Jenkins.
Tras descubrir su pifia, procedió a borrarla.
¡Qué trama, señores, qué novela!