En la segunda quincena de agosto, Morena y el Frente Va por México llevaran a cabo sus primeros procedimientos políticos, para designar a sus candidatos rumbo a la presidencia de la República en 2024. El partido oficial aplicará una encuesta partidaria, más otras cuatro muestras espejo, los del Frente harán su encuesta del 50 por ciento entre sus bases y la otra mitad serán elecciones primarias organizadas por un mini INE y con un padrón electoral integrado por las firmas recolectadas en su primera etapa.
El 3 de septiembre, Va por México designará a quien los encabezará, Morena tomará su decisión el 6 del mismo mes. Es decir, los dos bloques partidarios y confrontados, tendrán a sus abanderados de manera muy anticipada.
Bajo escenarios de polarización política y social, como lo estamos presenciando actualmente, con el tema de los libros de texto gratuitos y la violencia que se hace presente en varios estados del país.
Ahora bien, las campañas internas de los aspirantes de Morena comenzaron con mucho empuje y gran despliegue de apoyos en los lugares que han visitado. Para estos días que están por finalizar sus actos de proselitismo partidario, se desinfló el senador Ricardo Monreal Ávila y Adán Augusto López Hernández, aún logra pegar entre las bases de su partido. Pareciera, que la disputa interna es entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, es lo que se ve.
Sin debates entre ellos, sin cuestionamientos de fondo y con solo algunas críticas, cuatro de los seis aspirantes, solo hicieron uso de la propaganda y los temas relevantes que diariamente toca el presidente en sus conferencias mañaneras, dando la impresión de perder la brújula y estar en plena campaña electoral, cuestionando a la oposición.
Por otro lado, de la larga lista inicial de candidatos frentistas, varios renunciaron a sus aspiraciones y solo quedan unos cuatro; la aparición de la senadora Xóchitl Gálvez vino a cambiar el panorama opositor, que se veía muy gris y sin un perfil irruptor en el escenario nacional.
Su presencia mediática abrió diferentes expectativas tanto en grupos de la llamada sociedad civil como al interior de las militancias partidarias, lo que no significa que tenga en sus manos la candidatura oficial de Va por México. Tampoco quiere decir, que vaya a derrotar en las próximas elecciones presidenciales a Morena, que se mantiene por arriba en las preferencias electorales y cuenta aún con la presencia de Andrés Manuel López Obrador.
Tan es así, que los ataques y cuestionamientos contra la aspirante opositora, llevan más de una semana, por parte de los actores principales de Morena y desde las propias conferencias mañaneras.
Bueno, hasta un panista como Jorge Luis Preciado, viejo conocido entre los frentistas, ha denunciado anomalías y una posible cargada hacia Gálvez Ruiz.
Lo que se aproxima es la conclusión de una primera etapa de los procesos internos, que los dos bloques políticos determinaron, para nombrar a sus candidatos oficiales. Vendrán después otras etapas más complejas y políticas, hasta llegar a la batalla de todas las batallas, que será la disputa por la presidencia de la República y todos los cargos que trae consigo.
En conclusión: Estamos presenciando un proceso electoral adelantado, con muchos nuevos ingredientes políticos, en donde la confrontación puede ser entre dos mujeres y en medio de una polarización que no cesará.
En los estados en donde habrá elecciones para elegir gobernantes, las cosas también andan muy interesantes e intensas. Todos los equipos de los aspirantes andan sumando y haciendo actividades de tierra en todos lados y nadie cederá nada, hasta que sus dirigencias nacionales digan la última palabra.