El 161 aniversario de la batalla de Puebla, es uno de los eventos de la región sur importantes y simbólicos para los gobiernos federal y estatal. Puesto que siempre se disponen a asistir con su gabinete en turno y dependiendo de la coyuntura nacional, preparan sus discursos, algunas veces institucionales y en otras, como el reciente, con demasiados señalamientos sobre las intervenciones, usando como marco de referencia las contradicciones existentes con los EU.
Cabe decir, que, en esta región del sureste del país, el presidente también va a otras ceremonias como la del 109 Aniversario de la Defensa Patriótica del Puerto de Veracruz; la de los 202 años de la independencia de Chiapas de la corona española, agosto de 1821. Hizo lo mismo en Oaxaca, en marzo, por el 213 aniversario del natalicio de Benito Juárez y lo hará en la Fundación de Quintana Roo, por lo del 8 de octubre de 1974, que lo declararon Estado Libre y Soberano.
Con sus obras del tren Maya y la refinería de Dos Bocas, esta parte del sureste mexicano es hoy, la más visitada por el presidente y se convertirá después de diciembre en el espacio propio de muchos escenarios económicos, políticos y sociales. Puesto que será una muy emblemática bandera del actual régimen y para entonces casi, casi tendrán resuelta la sucesión de Andrés Manuel López Obrador.
Esto último de acuerdo con lo que se ha venido manejando en algunos trascendidos políticos, que señalan como una de las propuestas del presidente, que, para el mes de agosto debe quedar definido el método de elección presidencial. Para que sus cuatro aspirantes acepten las reglas partidarias y se sometan a la medición, después con los tiempos de Morena, avalen la emisión de su convocatoria.
Y al final el presidente bajo sus propias decisiones y mediciones dejará salir el nombre de su sucesora o sucesor. De esta forma todos los sectores de la 4T tendrán que cerrar filas y asumirán su unidad partidaria, palabra que usan siempre.
Por eso y más allá de lo vistoso que siempre resulta el desfile del 5 de mayo por las calles de la ciudad, lo interesante fue haber observado que las disputas locales por la gubernatura pasaron a un segundo plano. Después de la especulación generada por la visita presidencial, en donde los organizadores simplemente decidieron no convocar a nadie de los aspirantes.
Así las cosas, uno de ellos, se dedicó a realizar sus propias actividades: precampaña de aire; propaganda sobre la batalla del 5 de mayo; un viaje a Guadalajara para estar presente en una pela de box y publicitar sus imágenes con el pugilista. La entrega de un cinturón de oro y la invitación formal para visitar Puebla.
Su conferencias y entrevistas no le faltaron, lo mismo que sus propias reuniones con sus simpatizantes y para terminar, sumarse a las indicaciones nacionales y enderezar su crítica hacía los ministros de la SCJN, que no avalaron el llamado Plan B.
El otro aspirante, salió del país, estuvo con los migrantes mexicanos en la ciudad de New York, para festejar con ellos el 5 de mayo, después de su regreso, llevo a cabo su conocida conferencia de medios para hacer sus conocidas críticas y presentar sus nuevos cuadros. Siguió con la entrega de sus árboles y las cabalgatas por el interior del estado.
Ambos legisladores hacen precampañas, porque tienen tiempo de sobra, puesto que el poder legislativo ha entrado al periodo de la permanente.
La secretaria de medio ambiente y recursos naturales llevará a cabo una conferencia en la ciudad, sobre política alimentaria y será un primer evento organizado por sus seguidores. Obvio que María Luisa Albores, tendrá que desplazarse desde tierras del tren maya, para estar presente.
Claudia Rivera Vivanco, sigue con sus trabajos de promoción que le organizan algunos exfuncionarios cercanos a ella. Hacen reuniones y trabajo con medios.
Julio Huerta, en sus propios eventos, presume ser el coordinador de la campaña de Claudia Sheinbaum y anuncia una concentración masiva para el 13 de mayo.
Del lado de la oposición los miembros de la derecha católica y la derecha laica siguen con sus pugnas entre ellos mismos y esperando la decisión política que tome el actual presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez.
Conclusión: Mientras esto pasa en la aldea poblana, en su mañanera de ayer (martes) López Obrador, ha dicho uno de sus discursos más duros en contra de los ministros que no aprobaron su reforma del Plan B. Su acido posicionamiento político, marca la línea que deberán seguir sus seguidores, ganar o ganar todo para el 2024.
Derrotar y doblegar a la oposición es su consigna favorita y como él mismo lo dice, sin doblegarse, más aún en su gobierno altamente polarizado y politizado.
