Se podría decir que los primeros actos de campaña de Claudia Sheinbaum llevados a cabo en tres municipios poblanos, Tehuacán, Tepeaca y Cholula, fueron interesantes y con la asistencia necesaria.
Sin dejar de lado algunas de sus declaraciones políticas, directas y duras, muy a su estilo y llamando a consolidar con votos su llamado segundo piso.
También se pudo observar que las protestas internas por la designación de candidaturas tanto a diputados locales como para los ayuntamientos fueron asiladas por un momento. Aunque todo parece indicar, que las inconformidades seguirán presentes en este partido.
Nada nuevo, puesto que son comunes las protestas en todos los partidos políticos a la hora de las designaciones de los cargos de elección popular. Es un juego de intereses y poder político.
Sobre todo, en los ayuntamientos locales, donde se mueven diferentes fuerzas regionales, que cada tres años buscan seguir con el control municipal y otros aspiran a gobernar sus cabeceras. Intervienen grupos de presión local, referentes políticos, clanes familiares y aunque no se quiera, otros factores externos.
Bueno, hasta constructores que le apuestan algún candidato, para después tener las obras municipales. Es un rejuego partidario, el que se presenta en todas las regiones en donde se encuentran los 216 ayuntamientos locales, que más que alternancia electoral, es solo un simple reacomodo de fuerzas en otros organismos partidarios.
Ahí no hay militancias o fundadores que valgan, tampoco disciplina o ideologías, simplemente son beneficiados con el cargo que buscaron, se salen y emigran a otras fuerzas para buscar su registro.
La oferta y la demanda política viven su mejor temporada en estos ciclos electorales.
Mientras el municipalismo libre, tan mencionado en textos académicos y legislativos, pasa por sus peores momentos. Nadie que busque gobernar a sus ayuntamientos, tiene saberes sobre los significados del municipio y su quehacer social en sus regiones.
El aporte del 115 constitucional es tan amplio y sus dimensiones tan grandes, que desde los municipios se pueden generar los grandes cambios sociales para lograr un mejor estado. El municipio es la célula básica del territorio y agregaría, que ahí se tejen comunidad y civilidad entre la sociedad.
Solo un ejemplo: desde el municipio libre se pueden elaborar entre el gobierno y sus habitantes comunes, bandos de policía y buen gobierno, que garanticen derechos y obligaciones para todos. Desde la preservación de sus tradiciones hasta prevenir actos y abusos de sus gobernantes.
Terminaría con el llamado que hizo la candidata sobre lograr alcanzar, como mínimo, los 30 millones de votos, que, dijo, llevaron a López Obrador a la presidencia hace seis años y “que vislumbra en Puebla carro completo a favor de la coalición Sigamos Haciendo Historia. En las votaciones de julio del 2018, obtuvieron 24 millones 127 mil votos y fracción, con 52.96 por ciento, por encima del candidato panista Ricardo Anaya, quien logró solo 10 millones 249 mil 705 votos.
Su propuesta suena lógica, puesto que están pensando en lograr más de 6 millones de votos, tomando en cuenta que ahora tienen más gobiernos locales y han implementado su estrategia de puertas abiertas para miembros del PRI y PAN.
Desconozco si podrán enfrentar otros factores de riesgo político a sabiendas de que en boleta no estará la figura emblemática de López Obrador.
Conclusión: Quién gane la gubernatura en junio próximo deberá rescatar e impulsar el municipalismo libre en el estado. Son 217 ayuntamientos donde se concentra la población total del estado y en ellos descansa el desarrollo social, económico y político.
