Los días de marzo, sin duda alguna, apresuran los pasos de todos los candidatos a cualquier cargo de elección popular. Las primeras en comenzar han sido Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, junto con ellas, también lo hacen todos quienes aspiran a llegar al Senado y al propio Congreso de la Unión.
O sea, el país, durante este primer semestre, se verá envuelto en los diferentes procesos electorales, en los que, gradualmente, empezarán a subir las campañas y las confrontaciones políticas de ambas coaliciones partidarias. Los espacios mediáticos y las redes sociales se saturarán de propaganda de toda índole (sucia o limpia).
Y bueno, la candidata presidencial de Sigamos Haciendo Historia tiene programado para este domingo una visita por tres municipios poblanos: Tehuacán, Tepeaca y San Pedro Cholula, donde el más interesante será la región de actual gobernador.
Lo mismo pasará con los candidatos locales, que buscan la gubernatura, diputaciones locales y ayuntamientos. Quiénes no desperdician los tiempos de las intercampañas, para verse ante la opinión pública, mediante conferencias de prensa y foros internos entre sus seguidores.
Alejandro Armenta Mier, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, se mueve más que su contendiente panista y anunció que se registrará el próximo 9 de marzo y el 31 del mismo mes, iniciará de manera formal su campaña en Puebla capital, después estará en Izúcar de Matamoros y más tarde en Acatzingo.
Eduardo Rivera Pérez, quien va por la coalición Mejor Rumbo para Puebla, aún no define fecha de registro y lugares para arrancar su campaña, pero es obvio que el Zócalo de la ciudad, por muchas razones, será su punto de inició.
Lo cierto es que unos se muestran muy alzados y sobrados, y los otros siguen pensando que los votos indecisos los beneficiaran.
Sin embargo, ambos saben, y en sus casas de campaña también, que deberán superar más del millón de votos que necesitan para ganar. Sólo recordemos que, en las elecciones de julio de 2018, Martha Erika Alonso obtuvo 1,152,226 votos, bajo una alianza de cinco partidos. Luis Miguel Barbosa Huerta, en su primera incursión, con tres partidos aliados, logró: 1,027,429 votos.
De esa historia electoral, tan convulsa e impugnada, todos la conocieron.
Para el proceso extraordinario de junio de 2021, la alianza Morena, PT y PVEM, que volvieron a impulsar a Barbosa Huerta, logró 682,245 votos, con 44.67 por ciento, por encima de Enrique Cárdenas, que obtuvo 507,492 votos, con 33.23 por ciento.
Nuevamente, Morena es quien más aporta en números de votantes, y lo mismo sucede con el PAN. Es decir, estos dos partidos son los que sostienen a sus propias coaliciones. (Morena: 390,805; PAN: 414,356)
En esas elecciones, el PRI participó solo y tuvo 281,874 votos.
De una lista nominal de: 4,588,753 ciudadanos, de la que solo votaron: 1,527,071 electores.
Ahora bien, con el referente electoral más reciente de las elecciones federales intermedias de 2021, podemos ver, que, en Puebla, Juntos Haremos Historia, obtuvo 1,140,822 votos; por encima de Va por México, que logro. 986,787 votos.
De una lista nominal de electores de 4,739,937 electores y con una votación de 2,628,102.
Bajo las anteriores condiciones, si los dos frentes partidarios buscan el triunfo, deberán trabajar por obtener más de un millón y medio de votos, porque el techo electoral de los últimos comicios apenas y llega al millón 200 mil votos.
Quién busque rebasar 50 por ciento de la lista nominal para estas elecciones, que tampoco llegará a los 5 millones de lectores. Tendrá que hacer grandes esfuerzos de estructura electoral y partidarios, que otra vez, implica que ambos bloques no sufran divisiones y fuertes escisiones internas.
Y con lo anterior requerirán de todas sus prerrogativas económicas.
Conclusión: Estas elecciones tendrán varios efectos multifactoriales, tanto políticos, como económicos y sociales, que ninguno de sus actores principales podrá negar, unos buscan seguir manteniendo el poder y otros quieren volver al poder perdido.