I
Alejandro Armenta y Eduardo Rivera, como actuales candidatos a la gubernatura del estado de Puebla tienen muchas áreas de oportunidad para mejorar la calidad de vida de los poblanos.
La pregunta es: ¿se atreverán o preferirán anteponer los intereses económicos por encima de la salud de los ciudadanos?
II
Alejandro Armenta, los que tenemos memoria histórica-política, sabemos que ha sido un gran animal político capaz de adaptarse y moverse acorde a la moda y tiempos políticos.
La política siempre baila al son: “Muerto el Rey, ¡Viva el nuevo Rey!”
En sus años priistas formó parte del grupo que arribo al poder con el marinismo. El marinismo -además de haber sido el último gobierno que invirtió bien en Cultura- fue el último gobierno en tener horarios que permitieran a las familias convivir por la tarde.
Salvo extrañas y horrorosas excepciones, la jornada laboral terminaba a las cuatro de la tarde. Y aquellas personas cuya responsabilidad era mayor y, por ende, el horario también, el sueldo iba acorde a lo exigido.
Eran otros tiempos, las cosas tampoco eran tan caras.
III
En numerosas ocasiones, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, actual gobernador del estado de Puebla, ha insistido que es necesario que los padres vuelvan a involucrarse en la educación de sus hijos y mejorar los lazos afectivos. Esto, en el marco de los actos violentos que protagonizaron algunos jóvenes estudiantes en las zonas de Angelópolis y Cholula.
Sin embargo, para que sea posible es importante empezar por casa.
¿Cómo?
Simple: modificando las jornadas laborales.
Salvo temas como eventos culturales o de entretenimiento, no tiene caso tener al personal en las oficinas a tan altas horas de la tarde o noche.
Hay personas que ya ni en su casa los recuerdan porque habitan en las oficinas de gobierno.
Es necesario establecer orden, ahorrar procesos, burocracia y más temas que permitan que las personas que laboran en el gobierno puedan tener una vida después del trabajo y así puedan involucrarse en los temas educativos de sus hijos.
Y en caso de que por temas administrativos o eventos especiales, en los que se requiera dar el extra; debería recompensarse con días de descanso o una compensación económica, misma que debería quedar a libre elección del trabajador involucrado.
IV
De igual forma, debería tipificarse como violencia laboral y delito administrativo que se busque al personal fuera del horario de oficina y en días de descanso.
Las vacaciones deberían respetarse y nunca interrumpir al personal que se encuentra descansando conforme a lo que marca la ley.
Los datos personales como datos de localización (dirección, teléfono particular, número celular) nunca deberían ser difundidos entre compañeros de oficina o de forma pública, al no ser que el trabajador así lo haya autorizado.
En caso contrario, el personal que lo haga debería ser despedido e inhabilitado de forma inmediata.
V
Es necesario y urgente terminar con la absurda idea de que el trabajador de gobierno tiene que soportar mal trato de parte del ciudadano, de los altos mandos y ofrendar su vida personal y existencia al trabajo.
VI
De no modificar estas políticas y formas de entender el mundo, será imposible que los padres se involucren en la educación de sus hijos; porqué tampoco es calidad de vida que los hijos se la pasen sentados o durmiendo en las oficinas de sus madres y padres.
La ansiedad y la depresión cada día se vuelven una constante en los trabajos.
Los horarios extensos, la falta de vida social e interacción con personas que no sean del trabajo, están contribuyendo al desarrollo de dichos trastornos.
Y, sí, también es responsabilidad de los Gobiernos y las Empresas.
VII
Sergio Salomón Céspedes Peregrina todavía tiene la oportunidad de dar los primeros pasos y convertirse en el gobernador que comenzó a velar por la estabilidad mental, emocional y física de los habitantes del estado de Puebla.