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jueves, noviembre 21, 2024

Jung y sus arquetipos

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I 

Arquetipo -según la RAE- tiene sus raíces en el lat. archety̆pum, y éste del gr. ρχτυπον archétypon y cuenta con 5 registros: 

  1. m. Modelo original y primario en un arte u otra cosa.
  2. m. Ecdótica. Punto de partida de una tradición textual.
  3. m. Psicológica. Representación que se considera modelo de cualquier manifestación de la realidad.
  4. m. Psicológica. Imágenes o esquemas congénitos con valor simbólico que forman parte del inconsciente colectivo.
  5. m. Religión. Tipo soberano y eterno que sirve de ejemplar y modelo al entendimiento y a la voluntad humanos.

 

Por lo tanto, un arquetipo es una conjunción de símbolos que tenemos “inconscientemente”, y son entendidos o comprendidos desde la colectividad y conforme vamos creciendo, éstos van evolucionando acorde a las herramientas de las que nos vamos valiendo para definir/comprender al mundo, al otro, a uno y, la interacción y lugar que tenemos con todo lo que nos rodea. 

 

II 

Para Jung los arquetipos pueden manifestarse a través del lenguaje, los comportamientos y los sueños; y éstos son los motivadores o disparadores de los sentimientos y pensamientos humanos.  

Bien podríamos decir que los arquetipos son las piezas claves para, desde la psicología, descifrar cómo estamos conformados y así comprender y descubrir quiénes somos y cuál es nuestro destino. 

Y aquí vienen frases como: 

 

  • “Origen es destino”. 
  • G. K. Chesterton: “Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción.”

III 

Pero regresemos a Jung, para él existen arquetipos que configuran a la personalidad del yo: 

  • Ánima. 
  • Ánimus. 
  • Sombra. 
  • La persona. 
  • La Gran Madre. 
  • El Gran Padre. 
  • El Sí Mismo. 
  • El Inocente. 
  • El Amigo.  
  • El Amante. 
  • El Sabio. 
  • El Mago. 
  • El Héroe, 
  • El Cuidador. 
  • El Explorador. 
  • El Rebelde. 
  • El Creador. 
  • El Bufón. 
  • El Gobernante. 

Estoy seguro de que usted ya tiene una definición de cada arquetipo.  

Muchos de estos arquetipos aparecen como personajes principales de una buena historia literaria o fílmica.  

Y, sí, también –algunos– aparecen ilustrados o representados dentro de los 22 Arcanos Mayores del Tarot.  

También hacen acto de presencia en las leyendas o historias fundacionales. 

Algunos podrían ser apodos de algunos políticos o compañeros de trabajo. 

Aquí una frase que hace juego y sentido: 

  • A. Schopenhauer: El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos. 

 

IV 

Si bien los arquetipos, desde la psicología, pueden ser símbolos que definen al yo; esto no nulifica la posibilidad de redefinirse o resignificarse. Deconstruir el yo. 

A uno le toca analizar cómo juega y el por qué cierto arquetipo nos define, luego devastar su influencia que tiene para con el yo y así tener las herramientas para controlarlo u eliminarlo. 

Los arquetipos pueden ser vicios, carencias o virtudes. 

Los vicios y carencias son cadenas involutivas. 

Para romper las cadenas arquetípicas es preciso conocer y comprender su origen.  

La confrontación del yo es el comienzo de la reconfiguración.  

¿Y a usted, hipócrita lector, con qué arquetipo cree identificarse?  

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