Cuando Juan Eduardo Cirlot concibió el Diccionario de Símbolos, se propuso comparar los símbolos existentes en el Occidente ulterior a Roma con los de la India, Extremo Oriente, Caldea, Egipto, Israel y Grecia. Y así, pienso, crear una especie de símbolos unificados.
Entre los tantos registros de símbolos está el Tarot:
“La psicología actual reconoce que las cartas del Tarot son, como lo han probado Eliphas Lévi, Marc Haven y Oswald Wirth, una imagen del camino de la iniciación y similares a los sueños (…), Jung coincide con las seculares intuiciones del Tarot al reconocer dos batallas diversas, pero complementarias con la vida del hombre: a) contra los demás (vía solar) por la situación y la profesión; b) contra sí mismo (vía lunar), en el proceso de individuación. Estas dos vías corresponden a la intuición, a la razón práctica y a la razón pura (…). El juego completo de los naipes, que se designa con el nombre de Tarocco, se compone de 22 arcanos mayores cuyas imágenes son sintéticas y dotadas de un sentido completo hasta cierto punto, y de los 56 arcanos menores, integrando 14 figuras de cuatro series: oros (círculos, discos, ruedas); bastos (mazas, cetros); espadas, y copas.
Por otro lado, Sallie Nichols –en Jung y el Tarot–, escribió:
“El Tarot es un mazo de cartas de origen desconocido. Se le supone una edad aproximada de seis siglos y es el antecesor directo de nuestra baraja moderna (…). El viaje a través de las cartas del Tarot es básicamente un viaje a nuestra propia profundidad. Cualquier cosa que encontremos en este viaje es, en el fondo, un aspecto de nuestro más profundo yo.”
Hasta aquí algunas referencias sobre el Tarot.
II
Mary Packard -en el libro introductorio y explicativo de El Tarot de Oro. La baraja de Visconti-Sforza– explica que probablemente este es el mazo más antiguo y que, probablemente, primero fue un juego de naipes denominado: “El triunfo” y posteriormente se convertiría en una herramienta adivinatoria. Mismo que estuvo inspirado en Los Triunfos de Petrarca.
En la actualidad existen un sinfín de mazos y muchos artistas han realizado el propio: Salvador Dalí o Leonora Carrington; por poner dos ejemplos muy representativos.
Escritores como Italo Calvino, Milorad Pavić, José Agustín y Leopoldo María Panero han recurrido al Tarot como herramienta creativa.
El año pasado, la galería oaxaqueña: La Mano Mágica, albergó la exposición “Taro“ de la artista plástica: Tania Bello.
III
Julián Herbert (poeta y novelista) y Miguel Canseco (artista gráfico), unieron talentos para concebir su propio mazo: El Tarot de la Taberna.
Se lanzó oficialmente en la pasada edición del Festival Cervantino.
El poeta y amigo Julián Herbert me confirma que tendrán una serie de eventos en Puebla.
IV
El Tarot como herramienta de autoconocimiento.
El Tarot como vehículo para ahondar en nuestro subconsciente e inconsciente.
El Tarot como llave para descifrar, comprender y develar aquello que nos configura, pero no alcanzamos a vislumbrar.
El Tarot como un elemento complementario en los procesos artísticos.
El Tarot como un ejercicio de autovalidación a las decisiones tomadas y experiencias vividas.
V
¿Y a usted, hipócrita lector, le atrae o asusta el Tarot?
