I
El hombre es un animal racional que siempre ha intentado comunicarse.
Su lenguaje más antiguo: los jeroglíficos; son imágenes y no palabras.
Las culturas antiguas -aun sabiendo comunicarse a través del habla- relataban sus hazañas y momentos históricos a través de una serie de imágenes. Por ejemplo, las Culturas Mesoamericanas crearon los famosos códices.
El hombre, pues, de una u otra forma es un animal simbólico.
De allí que muchos sigan creyendo que: “una imagen comunica más que cien palabras”.
II
Las Culturas Antiguas o Ancestrales observaban el cielo y a través de sus ejercicios astronómicos determinaban su calendario.
Los cometas, los meteoros, los eclipses lunares y los eclipses solares eran sinónimo de cambios, no necesariamente positivos.
Según el Códice Durán: Moctezuma presagió la caída de Tenochtitlán al ver pasar un cometa sobre los cielos.
En tiempos modernos, unas vengalas (especie de cometas contemporáneos creados por el hombre) fueron la señal para que Ejército y Batallón Olimpia reprimieran la protesta estudiantil del 2 de octubre de 1968. Ya sabemos el resto.
Dicho de una u otra forma, los cambios fuertes los anuncia el cielo.
III
Este sábado 14 de octubre, en algunas partes de México, se podrá observar un Eclipse anular de Sol.
Propios y extraños han vertido sus opiniones sobre el posible simbolismo y/o cambio energético que traerá consigo este fenomeno astrológico.
Según Schaefer: “Todo el mundo tenía miedo, estaba aterrorizado porque un eclipse en el cielo era la peor profecía1”.
El Eclipse era sinónimo de un cambio negativo, pues simboliza la muerte de la luz.
Los más científicos sólo lo ven como un asombroso fenómeno astrológico y ya.
IV
El Sol, según el poeta Juan Eduardo Cirlot, en Diccionario de Símbolos: “Teogónicamente expresa el momento de máxima actividad heroica en la transmisión y sucesión de poderes que se verifica a través de las generaciones de deidades (…). En alguna ocasión, surge el Sol como sucesor directo e hijo del dios del cielo (…). Las principales correspondencias del Sol son el oro entre los metales y el amarillo entre los colores. La alquimia lo considera «oro preparado para la obra» o «azufre filosófico»”.
Cirlot, en el Diccionario de Símbolos, también nos recuerda que La Luna se ha relacionado, a lo largo de la Historia, con lo femenino, la fertilidad, la melancolía o la reflexión interna, y la muerte: “(…) «La muerte -señala Eliade- no es así una extinción, sino una modificación temporal del plan vital. Durantes tres noches, la luna desaparece del cielo, pero al cuarto día renace. (…), para Plutcaro, las almas de los justos se purifican en la luna, mientras su cuerpo vuelve a la tierra y su espíritu al sol». (…). Por su carácter pasivo, al recibir la luz solar, es asimilada al principio del dos y de la pasividad o a lo femenino. La luna se relaciona también con el huevo del mundo, la matriz y el arca. El metal correspondiente a la luna es la plata. Se considera al satélite como guía del lado oculto de la naturaleza, en contraposición al sol, que es el factor de la vida manifesttada y de la actividad ardiente. En alquimia, la luna representa el principio volátil (mudable) y femenino”.
Cirlot nunca definió al eclipse, pero en la definición del Sol encontré algo que se asemeja: “La desaparición brusca del Sol tras el horizonte se relaciona con la muerte violenta de los héroes”.
V
La Luna es el Arcano 18 del Tarot. Simboliza intuición, imaginación, magia, pero también errores, fantasía arbitraria, impresionabilidad imaginitiva.
El Sol es el Arcano 19 del Tarot. Simboliza gloria, espiritualidad, iluminación, pero también vanidad o idealismo.
Curioso que la Luna esté antes que el Sol, esa colocación bien podría ser un eclipse.
Para llegar a la luz, hay que conocer las tinieblas.
Quizá, sea una gran oportunidad para regresar a la esencia y renacer con más poder y energía para afrontar la intempestiva vida.
El éxito radica en que tu luz dance con tu sombra, de tal forma que se fundan en una sola cosa.
Fuera de Lugar
Jung para la vida:
“Quien mira hacia afuera, duerme y quien mira hacia adentro, despierta”.
“La cosa más aterradora es aceptarse a sí mismo por completo”.
“El conocimiento de tu propia oscuridad es el mejor método para hacer frente a las tinieblas de otras personas”.
“Hasta que no te hagas consciente de lo que llevas en tu inconsciente, éste último dirigirá tu vida y tú le llamarás destino”.