Cada año, desde 1977, el ICOM ha venido organizando el Día Internacional de los Museos cuyo objetivo es:
“Concienciar sobre el hecho de que los museos son un importante medio para el intercambio cultural, el enriquecimiento de las culturas, así como para el desarrollo de la comprensión mutua, de la colaboración y de la paz entre los pueblos1”.
II
Los “Días Internacionales” buscan un objetivo cada año y lo resumen, siempre, con una frase.
La de este año es: “El poder de los Museos”; buscando reflexionar sobre esto:
- El poder de lograr la sostenibilidad: Como actores clave en sus comunidades locales, contribuyen a una amplia variedad de Objetivos, que incluyen el fomento del cortocircuito y la economía social y la difusión de información científica sobre los retos medioambientales.
- El poder de la innovación en la digitalización y la accesibilidad: Los museos se han convertido en terrenos de juego innovadores donde se pueden desarrollar nuevas tecnologías y aplicarlas a la vida cotidiana.
- El poder de la construcción de la comunidad a través de la educación: A través de sus colecciones y programas, los museos enhebran un tejido social que es esencial en la construcción de la comunidad.
III
Lo planteado por el ICOM es bello, romántico y esperanzador.
Sin embargo, me hago las siguientes preguntas:
- ¿Algún museo en México está cercano a ello?
- ¿Cuántos museos en México han logrado conectar con la sociedad mexicana?
- ¿Cuántos museos han contribuido a la reconstrucción del tejido social y/o han generado un cambio u aporte en la educación de la sociedad?
- ¿Cuántos museos han logrado trabajar a la par con la evolución tecnológica y ésta contribuye a potencializar la visita/experiencia en determinado museo?
Me da la impresión de que son pocos los Museos que podrían responder positivamente a más de una pregunta.
El caso poblano es, aún, más crítico.
IV
Pocos son los estados del interior de la República que cuentan con la suficiente infraestructura museística para albergar grandes exposiciones y las autoridades (incluyendo la desastrosa y triste administración de Alejandra Frausto) han logrado implementar políticas para descentralizar la Cultura.
Contados son los museos que cuentan con: clima en salas de exposición que permita la correcta conservación de las piezas, alarmas en las salas de exposición que impidan al robo de obra, personal suficiente y preparado para custodiar obra, dar recorrido guiados y montar o desmontar obra. Y sí lo hay (caso museos del INBA en CDMX) está mal pagado y sobrexplotado.
V
Con el avanzar de los años, se asoma una realidad: el presupuesto es insuficiente para mantener, sostener, conservar, promover y difundir todos los entes que conforman el aparato cultural.
Urge que el Estado (federal, estatal y municipal) implemente políticas culturales transversales que vayan más allá de los tiempos administrativos y de las ideologías políticas.
Se necesita que aprendan a trabajar con la Iniciativa Privada.
Y sí, también, que sepa trabajar con la sociedad civil y la comunidad que rodea al Museo en cuestión.
VI
Si todos los componentes que configuran al ente conocido como sociedad no se les involucra en la conservación y reapropiación de los espacios culturales; muchos de éstos están condenados a la eventual desaparición.