🐤 EL SENADOR LOCUAZ no se enteró de que Israel dio la orden nuevamente de atacar Gaza. No se enteró porque estaba haciendo otras cosas. Cosas importantes para él. Por ejemplo: saludar a los chiquillos y a las chiquillas que se encontraba en la calle, escribir tuits sobre ese tema, comprar más bufandas palestinas, visitar la casa de Yasir Arafat (en el corazón de Jerusalén), etc.
🐔 NETANYAHU ORDENÓ ataques contundentes contra la franja de Gaza, pero el senador locuaz no se enteró, ocupado como estaba en hacer un llamado a la humanidad para detener el genocidio. Es claro que si no estuviera haciendo turismo sociológico (o legislativo), habría sabido que el primer ministro de Israel atacaba de nuevo con toda su artillería (bombas incluidas) a quienes el senador locuaz dice defender.
🐣 ¿NO QUE SU VIAJE TENÍA COMO FIN acabar con el brutal genocidio? Ya se vio que no. Lo suyo, queda claro, es llorar ante las cámaras, sacar el klínex multiusos (que lo mismo limpia mocos que lágrimas), conmoverse ante la tragedia (de ayer, no la de hoy), y tomarse fotos (de turista) con funcionarios menores y mezquitas famosas. ¡Qué gran fracaso!
🐦 TODAS LAS ENCUESTAS se equivocaron en el caso argentino. Todos los analistas políticos. Y es que pronosticaron la caída de Javier Milei desde hace varias semanas. Incluso, Pablo Iglesias (ese profesor convertido en activista convertido en político convertido en periodista) se jactó de que el barco de Milei estaba hundiéndose. Lo mismo dijo su alter ego (Inna Afinogenova). ¡Qué almejas, qué ostiones! Otra vez se equivocaron.
🐸 PERO LLEGÓ EL DOMINGO, y Milei, ese personaje tan locuaz como el senador perdido en Palestina, ganó ampliamente y terminó enviando al corral al peronismo, con todo y Cristina Fernández, quien se puso a bailar en su balcón (desde la prisión domiciliaria y la dualidad esquizofrénica que enfrenta) a la hora exacta en que el multicitado francamente ganaba en las urnas. ¿Qué pasó ahí?
🔪 ESTA COLUMNA SE TOMARÁ unos días de guardar. Siempre es bueno volver a Corleone y ver si Vito Andolini sigue con las ganas de vengarse y enterrarme un cuchillo. Iré con una bufanda palestina como la de Noroña a ver si sirve de algo. Regreso el miércoles 5 a eso de las tres de la tarde. Me beberé un vermú a la salud de los fieles difuntos y de los fieles lectores.

