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lunes, diciembre 15, 2025

Detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo

Detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo

🧎🏻‍♂️‍➡️ HACE AÑOS, EN OTRA CIUDAD muy lejana de Puebla, tuve una vecina que me despertaba entre cánticos de Jehová Dios o algo parecido. Lucerito cantando versículos de la Biblia con música de Joan Sebastian: “¿A quién tengo en el cielo sino a ti, oh, Yahvé? / Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra”. Luego venía una andanada de pasajes del evangelio en la voz de Paty Chapoy y música de Armando Manzanero: “Señor, tú eres mi Dios; te exaltaré y alabaré tu nombre porque has hecho maravillas. Desde tiempos antiguos tus planes son fieles y seguros”.

 

 

🐌 ¿DE DONDE VENÍAN ESOS MENSAJES del Más Allá que caían en el Más Acá?, me preguntaba aún somnoliento. Veía el reloj. 6:30 de la mañana. A quién se le ocurría poner altavoces para purificar su alma extraviada, me preguntaba con voz del payaso Platanito. Y es que las voces de Lucerito y Paty Chapoy llegaban hasta mi agnóstica habitación como agua bendita en el cuerpo de la Bestia, que así también llama la Biblia a Satanás.

 

 

🦃 ME LEVANTABA FURIOSO tratando de ubicar el epicentro del festín evangélico. Salía al jardín y descubría a la culpable. Era mi vecina. La muy Madre Teresa había colocado un altavoz para exhibir las contradicciones entre su éxtasis espiritual y mi vida mundana. Justo cuando Paty Chapoy leía los pasajes de Jesucristo en la Última Cena (con música de Bebo Silvetti), mi ADN anticlerical lanzaba un aullido. Y eso provocaba que sacara una escalera y me dispusiera a apedrear el altavoz a quinientos metros de distancia. Justo en ese momento, mi vecina —doña Cuca— le decía a su infeliz esposo que se hincara. Imaginaba una escena sexual. Error. Lo hincaba simplemente para hacerlo orar.

 

⚔️ ENTONCES YO TENÍA una Epifanía. Veía al ejército de Jehová Dios entrando a mi jardín encabezado por un personaje muy parecido a Judas Iscariote, quienes invadían mi territorio, me sometían, me hacían tragar una hostia y me ponían a rezar el clásico “Detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo”.

 

 

🐽 UNA VEZ QUE REGRESABA de mi Epifanía y escuchaba rezar al vecino, bajaba de la escalera y dejaba intocado el altavoz. Entonces me sentaba en el jardín (en flor de loto) y disfrutaba conmovido a Paty Chapoy narrando los primeros años de Jesús en Egipto y el famoso pasaje en el que aparece María Magdalena. Para entonces, debo decirlo, el espíritu de Bebu Silvetti ya habitaba en mi Más Acá.

 

 

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