A toro pasado y una vez terminada la participación del equipo de La Franja en el torneo en el que el sábado pasado la suerte quedó echada con la polémica derrota frente al América y donde la afición poblana quedó sumamente molesta, hacemos un recuento de lo que, a mi parecer, sucedió.
Durante los primeros partidos del torneo, La Franja de Larcamón realmente sorprendió con buenas actuaciones y mejores resultados.
Muchos nos ilusionamos, aunque yo en el fondo sabía de la famosa “curva de rendimiento”; incluso lo llegué a escribir cuando hablamos de la posibilidad de que el equipo no llegara a las finales en su mejor momento futbolístico. Así ha sucedido y no tenía por qué ser diferente.
En la segunda parte del torneo, si el Puebla no termina por caerse, también es cierto que ya nada fue igual y de los últimos 11 juegos, incluidos Repechaje y Liguilla. La Franja sólo pudo, en los hechos, ganar sólo uno y eso, quiera usted o no, terminó por ser un factor en contra del equipo poblano.
La última victoria fue aquella en León por un gol por cero donde los Camoteros jugaron con un hombre más prácticamente todo el partido.
A pesar de eso, alcanzó para llegar a la última jornada del torneo, aún con el tercer lugar de la tabla general, situación que, ante la derrota frente al Mazatlán –bajo circunstancias sospechosas–, no pudo concretarse y esa situación a mi parecer marcó el derrotero de los de la Angelópolis que tuvieron que cerrar jugando como visitantes contra el América en el Azteca.
Tengo claro que a veces, como aficionados, nos ilusionamos de más; que muchas ocasiones y ante años de anemia de campeonatos, siempre queremos más de lo que tenemos.
La calidad y el dinero al final de cada torneo termina pesando y en esta ocasión no fue la excepción.
Es difícil que con una escuadra limitada se pueda lograr un campeonato, salvo honrosas excepciones.
No quiero sonar conformista; menos tratar de justificar el por qué no se avanzó más en La Liguilla, pero hoy en frío me doy cuenta que ese pensamiento fue un sueño que fue bonito mientras duró.
¿Qué viene? Veremos si alguien se quiere llevar a Larcamón o, en su defecto, el argentino permanece al menos un torneo más en la institución a pesar de todos los sinsabores que se llevó con los directivos, empleados de quienes incluso se deslindó a mediados de la temporada debido a las “corrientadas” con las que se maneja el Hobbit Ro(b)a y los 40 ladrones.
También veremos qué jugadores permanecen y quiénes salen, aunque ya por experiencias pasadas sabemos que Larcamón se acomoda con lo que le den.
Se dice que León estaría cerca de llevarse al DT argentino y a la fecha es la hora que no nombra de manera oficial a su director técnico.
Veo a Larcamón con ganas de quedarse al menos un torneo más, pero en este fútbol tan mercantilista todo puede pasar.
En los próximos días nos estaremos enterando de lo que viene para La Franja y para su noble afición, la cual, al igual que yo, se ilusionó y hoy estamos viviendo nuestra cruda futbolística, la cual sin lugar a dudas es dolorosa.
Desde estas líneas aprovecho para felicitar a la gente que radica en Puebla y que maneja los destinos del club quienes al final lograron su objetivo de joder al equipo y los jugadores a través de sus bots en redes sociales a quienes castigaron por no alinearse a sus designios.
Qué lástima que ese cáncer que ronda en las oficinas se mantenga firme gracias a que el Tío impone al sobrino para que se siga llenando los bolsillos.
En algún momento las cosas tendrán que cambiar en beneficio del equipo y de su noble afición.
Nosotros como siempre seguiremos en línea.
Hasta la próxima.