La caída de la escuadra poblana al repechaje en las últimas jornadas empieza a desempolvar algunas situaciones que la posición en la tabla podría esconder de alguna manera.
La Franja terminó en el quinto lugar de la tabla y deberá enfrentar a quien termine en doceavo que puede ser Mazatlán o Pumas, dependiendo del resultado del partido entre León y Toluca.
Independientemente de a quien tengan que enfrentar el próximo fin de semana, el equipo de Larcamón estará obligado a demostrar que la baja de rendimiento y los malos resultados de las últimas jornadas tuvieron que ver con la planeación del torneo.
De no ser así, vendrán las conjeturas que se manejan.
Que existe división terrible entre el grupo de jugadores, quienes junto con el cuerpo técnico mantienen una áspera relación con la directiva empleada comandada por el Hobbit a quien ya no pueden ver debido a las mentiras con las que se maneja y las faltas de respeto para con los miembros del club.
Que, según una fuente interna, jugadores como Segovia, Araújo, Salas, De Buen, Maia, Silva y Reyes están a la espera de terminar su participación para marcharse.
Que les vendieron un proyecto y a los seis o siete partidos les avisaron a algunos que están vendidos como es el caso de Araújo, con otras promesas contractuales que jamás se cumplieron y así con varios de ellos.
Que a Larcamón le dicen que quieren que se quede y que, por otro lado, están platicando con el Club León para que se vaya para allá mediante el pago de la cláusula de rescisión lo cual tiene bastante ‘encabronado’ al argentino.
Que el mal ambiente entre directiva (empleada) y cuerpo técnico es evidente y se respira, que cada quien jala por su cuenta.
Que muchas cosas se van a saber al acabar el torneo.
El “me la pelan”.
El mismo que llegó a Puebla pensando que iba a conquistar una ciudad bananera, el mismo que presumió que venía de un equipo de verdad y una institución de a de veras (Chivas) además de una ciudad que si valía la pena (Guadalajara) y con una gran experiencia en manejo de equipos de fútbol, el mismo que se hacía pasar y se presentaba como ‘Maestro’ con gran experiencia en el manejo de medios pues presumía trato con periodistas “pesados” a nivel nacional.
Al mismo que le recomendaron que tratara bien a la gente de Puebla, a los aficionados, a los dueños de palcos y plateas, a los distintos medios de comunicación.
Al mismo que le advirtieron que en Puebla había usos y costumbres con relación al fútbol.
El mismo que contestó una y mil veces, a mí los poblanos “me la pelan”.
El mismo que después de meter prostitutas (scorts) le llaman ahora al estadio Cuauhtémoc, el mismo que ha sido evidenciado estar atrás de los manejos de la reventa confabulando con algunos miembros de algunas porras al vender boletos hasta en carrozas de muerto.
El mismo que hoy es un paria en el equipo al que traicionan hasta sus empleados, al que los jugadores y cuerpo técnico ya no pueden ver ni tratar por los pésimos modos.
El mismo que hoy deambula por las oficinas tanto de Lomas de Angelópolis como en las del estadio cuidándose las espaldas y volteando a cada momento y buscando culpables de la que llama desgracia poblana.
Hoy desmejorado, perdió el tinte rojizo en los cachetes, con varios kilos menos y ya con la mirada clavada en el piso al pasar por la puerta de su oficina le siguen preguntando si los poblanos se la siguen “pelando”. Su respuesta sigue siendo afirmativa, aunque ya con mucho menos furor que hace algunos meses.
El mismo al que apodan el Hobbit.
Todo mundo lo conoce en el Club Puebla.
Lo acompañan los 40 ladrones.
El próximo fin de semana La Franja juega en casa y se jugará su pase a la liguilla; ojalá y Larcamón y los muchachos demuestren una vez más que son más fuertes que las adversidades.
Nosotros como siempre veremos y diremos hasta la próxima.
