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lunes, mayo 20, 2024

Primer conversatorio en honor al huasteco peregrino

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Pablo Martín Barrios Carballo, oriundo de Xicotepec, fue un auténtico huasteco peregrino. Por su tradicional baile poblano huasteco, que con su peculiaridad impuso un rito diferente a los tradicionales de los estados catalogados como huastecos. Sus viajes a los estados de Querétaro, Veracruz, San Luis Potosí, de donde trajo consigo premios y los primeros lugares en los concursos de baile grupal y por pareja, obligaron a las autoridades culturales a voltear los ojos a Xicotepec, esto sin lugar a dudas coadyuvó para que en dos ocasiones se celebrara el encuentro nacional de la huasteca.

A convocatoria del taller literario de Xicotepec, derivado de un acuerdo virtual que data de hace más de un año con Osvaldo Cortez, algunos integrantes de la crónica y otros personajes públicos que llevan en su corazón intrínsicamente todo lo referente a los iconos de la huasteca, no solo del propio baile, los sones, la gastronomía, la vestimenta los usos y costumbres que valieron —hay que decirlo— que sin cortapisas dieran el reconocimiento a Puebla y sus municipios del norte como una parte muy importante de la huasteca.

El primer conversatorio fue nutrido de participaciones de personajes que reconocieron a Pablo, como todo mundo lo conocía por su gran carisma, por su compromiso por la cultura por dejar un legado que a través de las generaciones perdura.

Fue galardonado en vida a través de la colocación de una escultura situada en la plazuela 5 de mayo, quedando de manera perenne y es atractivo turístico fue un trabajo magistral del escultor Emeterio Valderrábano, contratado para tal fin por Juan Carlos Valderrábano siendo presidente municipal en ese entonces.

El lunes 6 de mayo, en su tercer aniversario luctuoso de Pablo, nos dimos cita los que conocíamos al huasteco peregrino. Se hicieron remembranzas, se presentó una expresión cultural del ballet de la casa de cultura dirigido por el maestro Jesús Montiel y en el uso del micrófono desfilaron todos aquellos que tenían algo que enviarle a Pablo Martin al sitio donde mora actualmente. Dio inicio el profesor Audberto Trinidad Solís, leyendo el siguiente texto de su autoría:

HUAPANGUEROS
Audberto Trinidad Solís
El violín, esa quinta,
jarana, siempre son moda,
aunque no andes de pinta
tus huesos desacomodan.
El falsete certero
y una pista entarimada,
animan, caballero,
hasta a la menos versada.
Aunque haga frío o calor
se anima toda pareja
bailando nunca hay dolor
sólo el sentado se queja.
Huapango de mi tierra
en todos mis versos te hablo,
ya llegó tu bailador:
el maestro Martín Pablo.

El conversatorio continuó su marcha. La maestra Patricia Carballo, quien fue fiel acompañante de las propuestas del maestro Pablo, hizo una rememoración de su paso por Xicotepec.

Destacó que fue la época en que la casa de la cultura tuvo una connotada importancia. Hay que decir que la maestra, cada año, tenía una participación con un grupo destacado de alumnas y alumnos de la Escuela Secundaria Federal Francisco González Bocanegra, con el que se celebraba a los fieles difuntos constituyendo a su paso por las calles, un arroyo de personas con vestimenta tradicional que confluían en el centro histórico.

Y se continuaron con los relatos, uno de ellos muy emotivo enviado a través de un video por Osvaldo Cortez —La Catrina— cimbró el local donde se llevaba a cabo la reunión.

Otras voces más con la lectura de María Natividad Galindo Castro, permitieron seguir abundando en los recuerdos, las bondades y sobre el compromiso que Pablo tuvo para la cultura en general, pero en particular para la huasteca.

Ya para concluir el conversatorio, se sugirió llevar a cabo una memoria de lo aquí expuesto con los textos enviados y dados a conocer al público.

Al concluir el conversatorio se invitó a los asistentes a trasladarse a la plazuela 5 de mayo para llevar a cabo una huapangueada como en los viejos tiempos.

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