En política había ya cánones establecidos por años que en todo el país eran replicados con algunas variantes.
Después del segundo informe de los alcaldes de los 217 municipios del estado de Puebla, la bandera de arranque se empezaba a desplegar por doquier para la postulación de los posibles abanderados a las presidencias municipales -aquí la primera variante, muchos ya iniciaron desde hace varios meses la actividad proselitista- en las distintas localidades y estratos sociales. Unos físicamente, otros a través de las redes sociales, pero su o sus nombres ya entintaban sus páginas o a través de los diarios digitales -esa es otra variante-.
En los años idos, el peregrinar de los aspirantes era la visita a las oficinas del Partido Revolucionario Institucional que por años estuvo en una de las calles céntricas de la capital del estado de Puebla, en uno de los edificios más viejos de esta área. Las han cambiado. Algunos dicen que tiene que ver con la comprobación de la propiedad y otros que fue una situación de carácter político. En ese peregrinar con sus legajos de documentos desde acta de nacimiento, CURP, constancia de domicilio, cartas de recomendación, etcétera. Se trasladaban a las oficinas de Insurgentes Norte de la Ciudad de México. Cuando se acercaban las fechas e iban por el palomeo las largas filas se veían a cientos de metros del lugar. Los que llegaban de madrugada ya se encontraban desayunando en el Sanborns que justo se encontraban frente al edificio priista, solo se atravesaba la emblemática avenida Insurgentes y miraba a los más distintos grupos tomando café y ultimando detalles, amarres, llamadas de último momento. Sobre todo, esperando la llamada que apuntalaría su aspiración.
Ahora ya no -la variante más importante- los edificios priistas ya no se paran ni las moscas -dicen los que saben de estos menesteres-, en la actualidad los suspirantes ya se han inscrito al partido mayoritario Morena. Unos arribaron desde que supieron de los alcances de la 4T.
Otros llegaron derrapándose y diciendo que son los más puros morenistas y que han sido los “fundadores” de este instituto.
Los que se han inscrito ya los han incorporado a un proceso en el que la encuesta es la que va a decidir. Muchos han derramado miles de pesos -más bien millones-, en espectaculares, en cuadrillas de personas contratadas exprofeso para distribuir sus famosos currículos.
La decisión será como siempre.
