Más de una treintena de muertos y centenas de personas fueron afectadas por una onda de calor atípica para algunas zonas, como la Sierra Norte de Puebla y las principales ciudades del país; obviamente los estados del norte sufrieron temperaturas extremas mayúsculas, algunos reportaron arriba de los cincuenta grados.
Las noticias contabilizan ya decenas de personas que han muerto por diferentes causas, derivadas todas ellas del intenso calor. Algunos lo atribuyen al multicitado golpe de calor que los médicos describen de distintas maneras, pero que se resume en uno solo: extremos cuidados o vendrá la muerte.
Hay lugares con un intenso calor, como la zona poblana aledaña al estado de Veracruz, que han sufrido seriamente de estos efectos. Los ventiladores otrora utilizados para mitigar estos efectos y dormir un poco tranquilamente fueron insuficientes. “Solo echan aire caliente”, dice una lugareña de Gilberto Camacho, perteneciente al municipio de Xicotepec.
La cabecera municipal, considerada una zona más fresca, en la actualidad tiene otro clima alcanzan a decir sus moradores. Aquí se aseguraba -y casi se apostaba- que la caída de la lluvia era inminente el día de la Santa Cruz, el 3 de mayo. Y si no llovía, el agua caería seguro en el mero día de San Isidro, el 15 de mayo, de manera abundante. Sin embargo, los pronósticos ancestrales fallaron rotundamente.
Solo quedaba una fecha el 24 de junio, día de San Juan y de la celebración de la Xochipila. Las danzas en el centro ceremonial este día fueron para rogar a los Dioses -incluido Tláloc desde luego- que trajeran la lluvia.
Desde lo más alto del pulpito de la parroquia de San Juan Bautista se hacía lo mismo. Al tiempo que se preguntaban: ¿qué pecados estaremos pagando para estar sufriendo estos interminables calores?
Las plegarias llegaron a donde tenían que llegar y por fin la lluvia cayó… refrescó y ayudó en mucho, muchísimo a sus habitantes y, por supuesto, a los plantíos que empezaran a vivir sus consecuencias al momento de las cosechas respectivas.
Justo un día antes, el 23 de junio, se anunciaba que llegaría a su fin la tercera onda de calor que ha invadido a buena parte del país. Ahora están por arribar las lluvias en varios estados de la república mexicana… dijo la Conagua, y se cumplió. Le atinaron a una de sus tantas predicciones.
Los estragos han sido en algunos sitios muy severos, en Zacatlán. Aquí cerca, el gobierno del estado de Puebla tuvo que desplegar todo un aparato -encabezado por el propio gobernador y su esposa- para sofocar el fuego que estaba consumiendo cientos de hectáreas de distintos maderos y que amenazaba con llegar al caserío de las personas que viven en las faldas de la montaña.
Los enormes oyameles y toda clase de maderos son muy sensibles al fuego, aunque tengan un verdor envidiable. Y una chispa de cigarro o algún fuego menor prendió con toda su intensidad. Qué bueno que hubo la reacción de la estructura gubernamental para evitar alguna tragedia mayor.
DEL COMANDANTE ORESTE
LA ONDA CÁLIDA Y LA SEQUÍA
Ya se mojó el paliacate
tanto sol saco el sudor
está azotando el calor
para darnos un acicate
la sierra como pilcate
castiga las tropelías
recuerdas que no sufrías
pero se te hizo normal
deforestaste, animal
hoy pagas las que debías