El tema del café es recurrente en las reuniones de ciudadanos serranos, se dediquen o no al cultivo, en razón de que por años ha sido un factor económico que directa o indirectamente incide en las familias. Hay pequeños medianos y grandes cafeticultores. En la época de los 80 fue un boom nacional e incluso internacional. Quienes vivían de del aromático tenían una gran bonanza financiera.
Después de la caída internacional del precio del café y la desaparición del Instituto Mexicano del Café (INMECAFE), que fue sucedido de manera muy cercana, provocó un desastre en la sierra norte de Puebla y el país entero.
Actualmente, hay una ligera esperanza de que exista en la próxima cosecha una gran producción, habida cuenta que la que está feneciendo fue una muy pobre producción comparada con otras. A pesar de ello, el café de Xicotepec y de los municipios aledaños gozan de un gran reconocimiento por la altura en que este se produce. No olvidar que hace muchos años la zona de Zihuateutla fue considerada como la de mejor en cuanto aproducción por hectárea a nivel nacional.
Porque retomar el tema en esta época. Son varias razones, pero la principal es que tengo la información. Cito el texto que se me hace sumamente interesante, de un productor del grano, el Arq. Pompeyo Santamaría.
…En aproximadamente, en 5 años al menos, en Xicotepec se producen y que se han distribuido en la sierra norte un millón y medio de plantas de café, desafortunadamente no tienen el impactó en la producción correspondiente debido a la perdida por diferentes factores, falta de recursos desde plantación y seguimiento de las labores culturales de las mismas sobre todo palabras de los productores falta de apoyo al sector y nula política cafetalera, aun así la esperanza es que nuestra cafeticultura sobreviva a pesar, también de que en ocasiones nuestros costos de producción estén arriba de los de venta que son fijados por el mercado en bolsa de valores. En fin, somos optimistas. Las plantas desde la semilla a la producción tienen un periodo de 3 años —para producir—, aunque algunas variedades ensayan en menos tiempo. Hasta aquí la cita.
Por lo que se avizora son noticias halagüeñas que nos darán fortaleza económica a la sierra norte de Puebla que tanta falta nos hace.
Regresando a las añoranzas en la época de bonanza aludida, había pequeños, medianos y grandes productores que tenían muchos recursos, incluso para estrenar auto o camioneta cada año. A la postre, varios apoyados en ello consiguieron créditos cuantiosos, derivando con la crisis en una huida incluso a estados alejados o al extranjero. Fue también época de desapariciones y de rencillas irreconciliables.
Los sitios donde se degusta el café en sus distintas versiones son reuniones de convocatoria de familias, de política y de chismes —dicen algunos—. Justo acabo de regresar de Pahuatlan a charlar de los procesos políticos con dos expresidentes municipales del grupo de LOS JÓVENES que cimbraron los procesos políticos del otrora partidazo PRI y que incluso obligaron a la estructura a cambiar radicalmente el método de elección y se realizaron consultas de a deveras en las bases. Y coinciden que el partido mayoritario que gobierna buena parte del país se parece en mucho a los antiguos métodos de elección. Un café en el emblemático Notonana Café que en náhuatl significa “El Café de mi abuela”.
La actual cosecha de baja cosecha se dejan escuchar expresiones de profundas nostalgias por la desaparición del INMECAFE, en un claro efecto privatizador el entonces presidente de la república Carlos Salinas de Gortari, que echo a la calle a miles de trabajadores de esa institución y condenó a los pequeños productores a una falta de asesoría, créditos de avío, apoyo para exportar el producto generando excelentes dividendos.
Interminable el tema que por hoy lo dejamos con estos rasgos.
