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jueves, noviembre 21, 2024

El grito de la reconciliación con la Madre Tierra

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El pasado viernes en las aulas desde los preescolares hasta en las universidades se escucharon los gritos de reconciliación con la Madre Tierra; replicados de la instrucción de la SEP del estado, los mentores se pusieron la casaca y dieron rienda suelta a su imaginación para llevar a cabo la tarea. 

Algunos lo atribuyen a la necesidad de frenar los cambios climáticos, los calorones de más de cuarenta grados en zonas que nunca se habían dado, así como los torrenciales y devastadores aguaceros, granizadas, tormentas, etcétera; todo el conjunto de atrocidades hizo que la institución estatal tomara una iniciativa muy importante para sumar desde las aulas una gran encomienda: hacer de una vez por todas las paces con la Madre Tierra. Los trabajos fueron diferentes y los mentores sacaron de su imaginación todas las maneras posibles para que a través de los alumnos de preescolares y todos los niveles educativos se hiciera conciencia a los padres –a través de sus hijos– de este SOS que se lanza. Se hicieron presentes los guardianes del medio ambiente y, ataviados con capas y antifaces y portando en el pecho un gran escudo de materiales reciclados, salieron a tratar de convencer a la ciudadanía de la gran necesidad de: separar la basura, el cuidado del agua, etc. 

En las escuelas primarias y los demás grados el trabajo también fue asumido con gran responsabilidad. 

No es para menos.  

Las grandes extensiones de bosque que se están quemando debido al intenso calor, los primeros ciclones dan cuenta de afectaciones graves a comunidades en Oaxaca; los agricultores ya no encuentran alternativas para su producción, sea de café, cítricos y otros derivados –un ejemplo a nivel nacional fue el elevadísimo costo del precio del kilogramo del limón–. Solo alcanzan a decir los labriegos: ya las cosechas no son como antes, les afectó la sequía o ahora sí se pasó de agua esta temporada. Algunos de las áreas urbanas lo resumen en un atroz cambio climático. 

La portada del periódico La Jornada del día lunes 13 es alarmante: miles de cabezas de ganado muriendo por falta de agua en Saltillo Coahuila; los 38 municipios sufren las consecuencias. La afectación es en 100 por ciento de su territorio; aseguran que desde hace un trienio no hay precipitaciones efectivas que ayuden a mejorar las condiciones del campo y la propia crianza de ganado. Hay a la fecha 80 mil cabezas de ganado afectadas. 

Aparejado a ello existe un gran desabasto de agua potable, una preocupante disminución de los mantos acuíferos, suceden también los mayúsculos incendios forestales y sus consecuencias en el área agrícola. 

Hacer las paces con la Madre Tierra fue un título que circuló y sirvió de base para emprender una cruzada que transite por todos los niveles educativos. 

Tal vez falte un engarce, subirlo a un segundo plano hacia los padres de familia y ellos en sus barrios, calles, colonias y localidades. 

Desde las universidades el contenido del citado documento, entre otras directrices o rutas críticas a seguir, contempla el seguimiento y la puesta en práctica de las 10 R: REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR, RECHAZAR, REFORESTAR, RESPETAR LA VIDA, REEDUCAR, REENVIENTARSE COMO SERES HUMANOS, REDISTRIBUIR Y REGLAMENTAR. 

Cada una de los conceptos enunciados trae consigo una serie de reflexiones y rutas prácticas a seguir, sin embargo, no será posible si éstos son efímeros, si no hay un plan a corto mediano y largo plazo para la consecución de los fines. 

¿Quiénes se beneficiarían con estos logros? Sin pensarlo serían las generaciones venideras; ya las actuales estamos sobreviviendo a una serie afectaciones que van desde la situación alimentaria, la forma de vivir, del consumo cada vez más deteriorado, etcétera. Los triunfadores serán seguramente aquellos que logren hacer de este planeta un verdadero espacio de convivencia, lograr que ayude a convivir en armonía. 

Todo lo anterior es como el título del presente artículo Un grito a la reconciliación con la Madre Tierra, un grito que no es para menos… muy desesperado; que invita a reproducir y retomar desde distintas instancias toda serie de acciones a tomar conciencia y a hacer la tarea que cada quien nos corresponda. Las autoridades tienen desde luego mano para que desde sus múltiples órganos de análisis, reflexión y puesta en práctica hagan enlaces con los distintos entes de la sociedad y éstos que hoy se constituyen hagan propuestas serias para lograr frenar la ola irrefrenable de contaminación en los distintos espacios.  

Finalmente les motivaron con un pensamiento de Mario Benedetti: 

La naturaleza está ahí, sola, esperando ojos que la revelen, corazones que la sientan, desde sus montes o sus llanos, desde sus bosques o sus praderas, la naturaleza es en principio una expectativa, una oquedad para ser llenada, una propuesta para el augurio. 

Es tan antigua como el universo, aunque sea apenas un trocito de esa inmensidad. En la naturaleza surge y se levanta la vida. Aun en pleno desierto, crea su oasis. Tan solo somos libres cuando encontramos nuestro oasis. 

Como dejó escrito uno de los heterónimos de Pessoa, “el único sentido oculto de las cosas es no tener sentido oculto”. Pues bien, la naturaleza no tiene sentido oculto”. Pues bien, la naturaleza no tiene sentido oculto. Preexiste y existe a la vista de todos. 

Cada sobreviviente es una humilde rebanada de la naturaleza. O sea que vos sos naturaleza. Y yo también por suerte yo también. 

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