El café es un aromático que ha dado mucho de qué hablar en la Sierra Norte de Puebla y en todo el país… y actualmente en el mundo.
En 1958 fue creado el Instituto Mexicano del Café (Inmecafe).
Sus objetivos sociales fueron valorados por el sector cafetalero, particularmente los pequeños productores de café que se vieron beneficiados con los distintos programas sociales que tenía. Las áreas de trabajo que iniciaron fueron el departamento técnico, que daba asesoría acerca de la producción del grano desde la instalación de semilleros, viveros, hasta lograr que estos plantones -así se llamaban en esa etapa de crecimiento eran sujetas de ser trasplantadas en los distintos predios.
Le sucedieron otras áreas que reforzaron un planteamiento integral en cuanto lo que fue producción, industrialización, comercialización -de manera implícita la exportación-.
Sin lugar a duda fue un detonador económico que de manera directa e indirecta apoyaba al sector económico regional. Fue una época dorada del café. Llegó a ser considerado como el segundo generador de divisas después del petróleo.
Esta breve introducción sirve para abordar el asunto que ahora mismo está en la mente de los productores de café, de manera especial los que tienen hasta cinco hectáreas.
La cámara de senadores aprobó expedir la Ley de Fomento a la Cafeticultura, con el fin de promover la producción, industrialización, certificación, comercialización y consumo de café.
La nueva ley propone crear el Consejo Mexicano del Café, como un organismo público descentralizado que ofrecerá apoyos a productores, la mayoría indígenas que posean superficies menores a 5 hectáreas, mismo que promoverá programas para dar certidumbre a los comercializados y calidad al producto.
Ha sido turnado a la cámara de diputados para su trámite correspondiente.
La noticia ha causado revuelo en el sector cafetalero. Mas aun a aquellos productores que no han abandonado sus huertas.
Es revivir el Inmecafe dicen algunos.
Carlos Salinas en su afán privatizador decretó en el año de 1989 la desaparición de este organismo y con ello se llevó una serie de familias cafetaleras al desastre.
Hubo desde huidas del país de familias enteras hasta suicidios por la gran cantidad de préstamos que habían adquirido.
Es un tema que dará mucho de qué hablar de la época en que esto sucedió.
Hoy los pequeños productores tienen la esperanza en el gobierno federal para hacer resurgir este vital sector agropecuario.
EL COMANDANTE ORESTE nos regala al respecto una reflexión:
LEY DE FOMENTO A LA CAFETICULTURA…
Me comentan para inflar
mi orgullo cafetalero
que ora’ si va a ver dinero
pues nos van a fomentar
pa’ maicear al gallinero
después del cruel abandono,
persisten sabe DIOS como
cuidando el cafetalito
ya no nos dejen solito
nosotros sabemos cómo…
