¿La tensión entre arte y ciencia nunca cederá?, le pregunté alguna vez a Roald Hoffmann.
“Sin duda”, respondió, “la explicación de Newton sobre el ángulo de inclinación (42º) de la luz con respecto del horizonte a fin de que se produzca un arcoíris le agrega una dimensión nueva al acto de apreciarlo y entender lo que implica para nuestras emociones. Pero no tengas dudas de que la tensión está ahí… Quizá es peor en estos días, dado que la ciencia y la tecnología son ricas en recursos y metáforas, mientras que el arte sufre por ello.”
Poco antes de aquella plática había fallecido un querido colega y amigo suyo, Oliver Sacks, explorador y cronista de las partes más oscuras de la mente humana y notable pluma, quien se refiere a Roald con afecto en un libro autobiográfico intitulado On the Move: A Life (2015). De hecho, Sacks le dedicó dicha autobiografía.
“Aún viene a mi memoria su sonrisa aquel día en que le llevé una botella de acero con krypton, elemento recuperado en el laboratorio de la Universidad de Cornell por John Terry”, me aseguró Roald, visiblemente emocionado.
Y añadió: “Si bien Oliver era médico, los químicos estamos agradecidos con él por habernos mostrado el valor intrínseco de nuestra materia”.
Esto hubiese bastado para honrarlo. Sin embargo, siguió diciendo Roald, “cuando su enfermedad tomó un curso definitivo hizo algo más. Escribió la experiencia de morir con su puño y letra. Ya nos había mostrado en sus libros, de una manera que no imaginábamos, cómo opera la dignidad del enfermo. Ahora nos ha enseñado una forma de caminar en paz durante nuestra agonía, sin sensiblerías, simplemente contando la historia”.
No podemos menos que admirar el que haya hecho suya de esa forma la tabla periódica de los elementos. “¡Gracias a Oliver por habernos enseñado a amar la ciencia y la literatura!”, remató Roald.
Algunos de los libros de poesía escritos por Roald son: The Metamict State (Orlando: University of Central Florida Press, 1987), Gaps and Verges (Orlando: University of Central Florida Press, 1990), Memory Effects (Chicago: Calhoun Press, 1999), Soliton (Missouri: Truman State University Press, 2002).
Enseguida, las reflexiones de un viajero que se topa en sus correrías con las coincidencias y las divergencias entre la expresión escrita, las humanidades y la imaginación científica. (CCh).
