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sábado, noviembre 23, 2024

Campo profundo

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|Gerardo Herrera Corral

Hace una semana que se desbordó el entusiasmo de la gente por una imagen del nuevo Telescopio Espacial James Webb (JWST).

En el transcurso de la semana aparecieron otras imágenes además de un extraordinario análisis químico del exoplaneta gigante WASP 96 B que se encuentra en nuestra galaxia a 1 150 años luz de nosotros. JWST mostró con detalle la presencia de algunos elementos y moléculas en la atmósfera de este gigante gaseoso y aunque Hubble ya había hecho algo similar y había detectado la presencia de agua en un exoplaneta, el nuevo instrumento será capaz de catalogar aquellos que podría ser habitables y para muestras el botón que nos dejó ver al planeta que circula muy cerca de su sol en la constelación del Fénix.

También salieron imágenes de la muerte de una estrella con la nebulosa NGC 3132, galaxias en plena colisión con el quinteto de Estefan y un detalle de la Nebulosa Carina donde están naciendo centenas de estrellas.

Sin embargo, la sensación en redes sociales fue acaparada por la imagen de campo profundo de Southern MAssive Cluster Survey (por sus siglas: SMACS 0723) o Estudio Masivo de Cúmulos del Sur. No es para menos. Se trata de una fotografía en la misma región que el telescopio Hubble (Hubble Space Telescope) nos había mostrado con anterioridad cuando colocó su lente en esa región por semanas. Esta vez se logró un mayor alcance con solo doce horas y media de exposición.

La imagen que dio la vuelta al mundo corresponde a una región muy pequeña del cielo en la constelación Pez Volante del hemisferio sur. Ahí se encuentra un cúmulo de galaxias que lleva el nombre de esa constelación −que por cierto se suele abreviar diciendo solamente volans−.

Es una de las 88 constelaciones que la Unión Astronómica Internacional agrupa oficialmente desde comienzos del siglo pasado.

1 En el centro de la imagen podemos ver una galaxia elíptica blanca que ante la ausencia de gases que dispersen la luz permite que se forman espículas de difracción con bellas líneas diagonales y una vertical. Otras más pequeñas e iluminadas conforman ese cúmulo. Son los objetos más brillantes de la imagen. La fotografía nos muestra también objetos más alejados que llegan a distancias de algunos cientos de miles de años después del Big Bang, es decir ubicados a más de 13 mil millones de años luz de nosotros.

2 Uno de los aspectos más asombrosos e interesantes de la fotografía son los arcos de luz que se pueden apreciar como semicírculos alrededor del centro y otras zonas de la imagen. El análisis de la luz proveniente de los diferentes segmentos mostró que se trata de objetos únicos (uno por cada par de manchas como borrones anaranjados), que han sido deformados por la presencia del cúmulo que comentamos arriba (objetos brillantes) así como por materia oscura situada frente a estas. La fuerza gravitacional que ejerce el misterioso aglomerado de materia de galaxias y materia oscura desvía la luz en un fenómeno conocido como óptica de lentes gravitacionales que da la impresión de que se trata de cuerpos distintos.

3 Abajo y hacia el final de la espiga de luz vertical del objeto más brillante, justo a la derecha de un arco naranja se puede ver, manchada con una agrupación de estrellas, una galaxia moteada con las estrellas en formación. Es un objeto que está siendo estudiado en todo detalle. Algo que no había sido posible hasta ahora.

4 Las galaxias más pequeñas de la foto son las más lejanas. Están situadas muy atrás del cúmulo brillante y no parecen ser espirales o elípticas como las que estamos acostumbrados a ver en la vecindad de nuestra Vía Láctea. Parecen más irregulares. Con el nuevo instrumento se podrá estudiar la masa y la edad de todos esos objetos que aparecían como brotes diminutos en la primavera cósmica del universo.

5 El objeto casi invisible en la imagen (un pequeño punto entre dos ligeramente mayores) se formó cuando el universo tenía 700 mil años. Es la galaxia más alejada de la que conocemos su composición química. Un análisis de la luz que proviene de esa estructura reveló la presencia de oxígeno, hidrógeno y neón. De acuerdo con el código de colores empleados, los objetos rojos están envueltos en gruesas capas de polvo mientras que los más verdosos contienen hidrocarbonos y otros elementos químicos conocidos.

6 Otras galaxias más jóvenes como la que tiene 13 mil millones de años.

7 Y la que tiene solo 11.3 mil millones de años también fueron estudiadas en su composición química. En las líneas espectrales que muestran la presencia de oxígeno e hidrógeno se puede ver que este objeto se mueve alejándose de nosotros a menor velocidad que las otras que están más alejadas.

 

Estos son algunos de los atractivos en el paisaje cósmico de la fotografía que estará compitiendo a finales de este año por ser la más aclamada después de la que tuvimos hace unos meses del agujero negro Sagitario A* en el centro de nuestra Galaxia. Los puntos de mayor interés no terminan con esta lista. El James Webb Space Telescope lo puede hacer aún mejor y lo hará en los meses por venir. La luz que formará las nuevas imágenes de campo profundo llegará de más lejos. El nuevo instrumento puede atisbar a una profundidad de 13.5 mil millones de años, de manera que la historia está comenzando. (GHC)

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