El gobernador Miguel Barbosa Huerta criticó que los extrabajadores de la Auditoría Superior del Estado, hayan sido “alcahuetes” del extitular Francisco Romero Serrano, en sus vínculos con políticos priistas para librar la detección de alguna irregularidad en las gestiones municipales de la afiliación tricolor, como Gerson Calixto de Cuetzalan.
Si bien el mandatario no se pronunció respecto a las cuentas del edil, mismas que salieron limpias, señaló que toda irregularidad y revisión de este tema le tocará a la autoridad judicial para determinar responsabilidades por encubrimiento de situaciones ilícitas.
“Yo ya no voy a opinar de eso, hay información de esa red de complicidades, información de quiénes eran los despachos que manejaba el auditor, a qué municipios auditaron ellos, ya no voy a decir que tengan responsabilidad o no”, manifestó.
Precisamente, la red de complicidad que montó el hoy acusado por violencia familiar y uso de recursos de procedencia ilícita, ya se encuentra en revisión de las autoridades judiciales, quienes deberán investigar para fincar responsabilidades a los políticos involucrados en el tema.
“En todo caso, la autoridad deberá definir esto. Si un Ayuntamiento no tuvo observaciones, bueno, es el estatus que tuvo su cuenta. Vamos a ver qué pasa, después se va a investigar todo, estén pendientes. Muchos que trabajaban en la auditoria se volvieron alcahuetes del exauditor”, enfatizó.