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jueves, noviembre 21, 2024

¿Eliminar el uso obligatorio del cubrebocas es un acierto o un error?

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La secretaria de Salud de la CDMX confirmó que ya es posible dejar de utilizar el cubrebocas en espacios al aire libre donde no haya aglomeraciones y se practique la sana distancia. 

El relajamiento de estas medidas de prevención se debe a que, al día de hoy, todos los indicadores de riesgo relacionados con la Covid-19, como los contagios, hospitalizaciones o defunciones, se encuentran al mínimo. 

Sin embargo, se sigue recomendando que los adultos mayores, así como las personas con inmunodepresión, patologías crónicas o que presenten síntomas o casos confirmados de Covid, mantengan el uso del cubrebocas. 

Es entendible que después de 2 años de pandemia estemos cansados de continuar con todas las medidas preventivas. Sin embargo, estas medidas, junto con las altas tasas de vacunación, son las que nos han permitido evitar grandes brotes y salvar vidas. 

El uso de cubrebocas es la primera barrera de defensa y protección, tanto para las personas enfermas, como las que están sanas. Si aún con esta medida, junto con el lavado de manos constante, la sana distancia y evitar los espacios concurridos y cerrados, el virus se llega a propagar, las vacunas serán nuestra segunda línea de defensa. 

Es por esto que eliminar el uso obligatorio del cubrebocas podría traer muchas complicaciones. 

Hay varios países alrededor del mundo, especialmente en Europa, que ya han eliminado la medida de utilizar el cubrebocas en espacios interiores y exteriores o han relajado esta medida en determinadas circunstancias. 

Después de las primeras semanas o meses de relajar las medidas preventivas, han sufrido un repunte importante el número de casos lo que los ha llevado a reconsiderar si esta medida ha sido apresurada. 

Médicos de urgencias y enfermeras, que son la primera línea de atención de los casos de Covid-19, han pedido el regreso de del uso de cubrebocas, que dejó de ser obligatorio, por el repunte de casos que han experimentado después de levantar las restricciones, aunado al predominio de la variante BA.2 de ómicron. 

Si hay algo que podemos aprender de lo que está sucediendo en el resto del mundo para contemplar lo que podría pasar en México, es que aún con una alta tasa de vacunación, los contagios pueden aumentar drásticamente si se relajan por completo las medidas de prevención. 

Hay que comprender que las vacunas no garantizan que no nos vayamos a infectar con el SARS-CoV-2, sobre todo con ómicron y sus variantes, que son más transmisibles. Las vacunas son una gran herramienta para prevenir los casos graves de la enfermedad, pero no garantizan que estemos exentos de la infección. La forma más efectiva de evitar por completo el contagio, es mediante el uso de cubrebocas. 

Además, exponerse al virus sin protección, le dan la entrada a sufrir las secuelas a largo plazo de la Covid-19, aunque los síntomas de la fase aguda de la enfermedad sean leves. Y estos se pueden impedir si se previene el contagio en primer lugar, para lo que el uso de cubrebocas y las medidas de prevención son nuestros mejores aliados. 

Eliminar o relajar las medidas de prevención prematuramente podría traer consecuencias que sólo descubriremos con el paso del tiempo. Lo que genera un cuestionamiento importante: ¿es mejor ser más precavidos o arriesgados? Sólo el tiempo lo dirá, pero desde una perspectiva médica y epidemiológica, la mejor opción es prevenir para no enfermar. 

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