Esta semana, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó el “Plan México”, un ambicioso proyecto que busca posicionar al país como una de las 10 economías más grandes del mundo para 2030. Con un portafolio de inversiones estimado en 277 mil millones de dólares y un enfoque estratégico en el nearshoring, el plan representa una oportunidad única para transformar la economía nacional y fortalecer su competitividad en el escenario global.
Nearshoring: la gran oportunidad para México
El nearshoring ha emergido como una tendencia clave en la reconfiguración de las cadenas de suministro globales. En este contexto, México tiene una ventaja innegable: su ubicación geográfica privilegiada, su cercana relación comercial con Estados Unidos y Canadá, y su red de tratados internacionales lo convierten en un destino ideal para la relocalización de empresas.
El “Plan México” capitaliza esta ventaja competitiva al proponer medidas concretas para atraer inversiones extranjeras y consolidar al país como un hub manufacturero y logístico. Entre las metas destacadas están incrementar la inversión total por encima del 25% del PIB para 2026, generar 1.5 millones de empleos adicionales y elevar el contenido nacional en las cadenas globales de valor.
Captación de inversiones: un motor de desarrollo
El gobierno ha delineado un portafolio de casi 2,000 proyectos empresariales, distribuidos en sectores clave como manufactura, tecnología, energía y transporte. Adicionalmente, se ha creado el Consejo Nacional para el Desarrollo Regional y la Relocalización, una plataforma que busca coordinar esfuerzos entre el sector público y privado para maximizar los beneficios del nearshoring. Este organismo también priorizará la innovación, la sostenibilidad ambiental y la generación de empleos bien remunerados.
Un aspecto fundamental del plan es la reducción de la burocracia: el tiempo promedio para completar los trámites de inversión se reducirá de 2.6 años a un solo año. Esta medida no solo hará más atractiva la inversión extranjera, sino que también dinamizará la economía nacional.
Beneficios para la economía y la sociedad
Los beneficios del “Plan México” trascienden la esfera económica. El impulso a la inversión y la creación de empleos contribuirán a reducir la pobreza y la desigualdad en el país. Además, el fortalecimiento de la proveeduría nacional y la sustitución de importaciones en sectores estratégicos como automotriz, aeroespacial y farmacéutico permitirá un desarrollo más equilibrado y sostenible.
El relanzamiento de la marca “Hecho en México” también jugará un papel crucial al fomentar el consumo de productos nacionales y mejorar la percepción de la calidad de los mismos tanto en el mercado interno como en el exterior.
Una visión de futuro
El “Plan México” no solo es una respuesta a los retos económicos actuales, sino también una declaración de intenciones para el futuro. En un mundo en constante cambio, donde la sostenibilidad y la tecnología juegan un papel crucial, México tiene la oportunidad de liderar en innovación y comercio regional.
Con el apoyo decidido del sector empresarial, la participación activa de las comunidades y una ejecución eficiente de las políticas propuestas, el “Plan México” podría marcar el inicio de una nueva era de prosperidad y liderazgo para el país.
En este esfuerzo, el nearshoring y la captación de inversiones no son solo componentes técnicos de una estrategia económica; son una visión compartida de lo que México puede y debe ser en las próximas décadas: un referente global de desarrollo sostenible, inclusivo y competitivo.
