A Ignacio Mier Velazco le salió muy caro regresar a su terruño. De entrada, se dio cuenta que los tiempos priistas ya se terminaron y ahora la gente sale a protestar si es que sus representantes les fallan o los dejan colgados de la brocha. Hace unos meses, una de sus principales operadoras política de la región y a quien impuso como candidata a diputada suplente -cargo al que resultó electa- fue detenida junto con su pareja sentimental por posesión ilegal de armas de uso exclusivo del Ejército. El caso detonó un escándalo nacional y, fiel a su estilo, Mier se deslindó por completo y negó tener algún vínculo con la detenida. Ahora sabemos que mientras en público rechazaba sus ligas con la diputada local suplente, en privado se comprometió a hacer todo lo posible para rescatarla y lograr su liberación. Los días pasaron y se convirtieron en semanas y, al final, fueron meses. Así como el tiempo pasó, el enojo de los pobladores aumentó exponencialmente. Para nadie es un secreto que el ¿coordinador? del Grupo Parlamentario de Morena en San Lázaro está en abierto proselitismo montado en los foros de la Reforma Eléctrica. De hecho, su campaña lleva casi el mismo tiempo que la detención de su antigua protegida. Emocionado de andar en campaña, el legislador no midió el calor político de Tecamachalco y se presentó como la fresca lechuga para encabezar un nuevo foro. El problema es que fue recibido con una lluvia de gritos y pancartas en las que le exigieron cumplir su palabra y liberar a la diputada local suplente. Mier no tuvo otra opción de aguantar vara y escuchar la retahíla de reclamos. A la primera oportunidad, como todo buen político, salió por peteneras. El legislador pensó que hasta ahí había terminado todo y ordenó a sus achichincles operar en los medios de comunicación locales para que se diera mayor revuelo al foro que a la protesta, lo cual no consiguió. Pero el destino le tenía una nueva sorpresa. Resulta que el director general de la Comisión Federal de Electricidad y auténtico padrino político de Mier, Manuel Bartlett Díaz, tenía programada una visita a la entidad para este lunes como parte de los foros de proselitismo, perdón, los foros de la Reforma Eléctrica que organiza el líder de Morena en San Lázaro, pero ante las protestas y el ridiculazo que enfrentó en Tecamachalco, le mandaron a decir que mejor para después, que la visita quedaba cancelada.
Los abogados y los intereses
Hace unos días se llevó a cabo la toma de protesta del Consejo Directivo del capítulo Puebla de la Barra Mexicana Colegio de Abogados. Allí, según una nota difundida por el portal e-consulta, la presidenta nacional Laura de Buen aseguró que México, a consecuencia de la 4T, enfrenta un grave retroceso en materia de derechos humanos. El asunto no pasaría de ser un acto privado más de no ser por la presencia de dos personajes: José Antonio Bretón Betanzos, antiguo cacique del Instituto Electoral del Estado de Puebla y quien desde la Universidad Iberoamericana Puebla pretende seguir metiendo mano en diferentes temas de la esfera pública; y el ministro en retiro José Ramón Cossío, quien por cierto tiene una cátedra en dicha casa de estudios y hace unas semanas protagonizó un escándalo tras descubrirse que estaba ligado al grupo de abogados que planearon la estrategia para enviar 620 millones de dólares del patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins a paraísos fiscales, en donde pasaron a manos de la familia Jenkins de Landa. En el encuentro también se hizo mención sobre la necesidad de fortalecer un Estado de derecho en el que todos se sientan satisfechos. ¿Será el mismo Estado de derecho que permitió la salida del dinero de la fundación más importante de Puebla o la que permitió al exfuncionario electoral hacer de las suyas en el organismo electoral? Son preguntas, que conste.
