El Gobierno de Puebla revisará la situación que rodea al Cerro de Amalucan, luego de que el Ayuntamiento se lavó las manos y avaló que Juan Hans Guenther –uno de los empresarios favoritos de José Antonio Gali– continúe con el proyecto inmobiliario Lomas de San Juan y sigan los ecocidios.
La aprobación del Cabildo de Puebla dejó sin efectos la suspensión de autorización que surgió tras la clausura del 2019 por parte de la Secretaría de Medio Ambiente, por la carencia de permisos y la tala de árboles al norte de la capital.
Ante la pregunta de la resolución jurídica de este caso, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, señaló que pedirá a la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial que analice los permisos que solicite la inmobiliaria en un futuro, y que impida más afectación a la flora de la reserva en Amalucan.
“Vamos a tener elementos para tener criterios de actuación. Es un tema nuevo para nosotros, para tomar decisiones en la competencia del Gobierno del estado. Le pido a (la Secretaría de) Medio Ambiente ver cómo están las cosas ahí. Tiene que ser legal; tenemos la obligación de cuidar la legalidad de todo”, manifestó.
Barbosa Huerta cuestionó el origen de las concesiones hacia el empresario cercano al galismo, tiempo en el que se gestó el parque de Amalucan y la entrega de predios para proyectos inmobiliarios, sin importar que esto implicará tala de árboles y destrucción de los recursos naturales.
“Nosotros vamos a revisar el caso, no para buscar problemas sino para estar enterados de un asunto importante que es la utilización de áreas territoriales en las que sí puede haber afectación de flora, de naturaleza, abuso. ¿De dónde provienen esas concesiones? Esa historia de las construcciones en el cerro de Amalucan tiene una historia que luego se las cuento; vamos a actuar con mucho cuidado”, señaló.
Clausura del proyecto
En 2019, la dependencia estatal clausuró la obra que el empresario buscaba realizar, debido a la falta de permisos en materia ambiental y la tala de más de 100 especímenes de árboles; en ese mismo año el Cabildo de Puebla suspendió los permisos emitidos por la Secretaría de Desarrollo Urbano en aquel entonces.
En respuesta, el empresario allegado del galismo promovió un amparo para que no se frenará sus proyectos. Tras dos años de litigio le ganó la partida al Ayuntamiento de Puebla y el Cabildo, dirigido por Eduardo Rivera se deslindó de todo y pidió acatar el resolutivo judicial para avalar que retome acciones.
