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jueves, noviembre 21, 2024

Las chicales o chicatanas, ¿afrodisiacas?

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Hablar de las chicales, chicalas o chicatanas como comúnmente se conoce a las hormigas gigantes —caen en Xicotepec y todo mundo habla de las hormigas de San Juan — es un tema por demás interesante. Se decía que dichas hormigas caían el 24 de junio, unos días antes o después de la festividad de Xochipila.

En realidad, salían de los múltiples hormigueros
que existen por los alrededores de la Sierra norte. Los
previos calorones de la zona coadyuvan a la reproducción de estos singulares insectos y en el primer aguacero salen despavoridamente y buscan las lámparas al
amanecer, para después entonces sí caer por cientos,
más bien por miles, que muchas personas recolectan
para venderlas a los mercaderes.

Hay personas que las adquieren y las almacenan
en el congelador para tener en cualquier época del
año y degustarlas en los distintos platillos. Los restaurantes ya tienen en sus respectivas cartas guisos que son aderezados con esta singular hormiga.

Todo ello vino a mi memoria ahora que degusté
este sabor tan peculiar en unos tamales de mole
verde, en ocasión de la presentación —en el museo
de Cholula— del libro ANDARES, de Juan Manuel
García Castillo. También tocó mi memoria cuando
nos enviaba mi mamá un lunch de dobladas de chile
mora, en ocasión de acudir mi hermano y yo a vender ropa al tianguis municipal.

El próximo 2 de noviembre, el citado libro será
presentado en Pahuatlán, tierra que vio nacer al
autor. Los presentadores son como lo había citado
anteriormente de lujo, personas de reconocida calidad en Puebla. El director de Hipócrita Lector, Mario Alberto Mejía; la connotada escritora, autora
de varios libros, Beatriz Meyer, y Lorenzo Diaz Cortés, un profesor que dejó gratos recuerdos en la comunidad de Xolotla. Vale que usted pueda a darse
un baño de lectura y deguste las hormigas, que han
sido objeto de múltiples investigaciones como la de
la revista México Desconocido.

Los poblanos han encontrado propiedades afrodisiacas y esto por supuesto ha aumentado su consumo. Al respecto de este peculiar insecto, esto refiere México Desconocido:

“Esta especie se consume en México desde hace varios siglos. Según se sabe, se tiene conocimiento de su existencia desde el siglo XVI. En ese entonces se conocían con el nombre de tzicatl, el cual se ha traducido como ‘hormiga bolsona’ u ‘hormiga culona’.

“Las chicatanas son recolectadas durante los primeros días de lluvia, pues es cuando se reproducen.

En esta época del año, las hormigas reinas emergen de sus nidos para ser fecundadas.

“Quienes recolectan a estas hormigas deben levantarse muy temprano. Algunos optan por esperar a que las hormigas salgan por sí solas, otros destruyen los hormigueros. En este último caso es importante que los hormigueros sean recubiertos para que las hormigas puedan regenerarse y no se dañe demasiado el ciclo de reproducción.

“La principal zona de consumo de las chicatanas
es la región mixteca (Puebla, Guerrero y Oaxaca)
pero también se comen en estados como Veracruz,
Chiapas, Tabasco y la Península de Yucatán y en
países como Colombia.

“Las chicatanas no son un alimento exclusivo de
nuestro país, sino que se consumen en otros como
Colombia, donde no se le conoce como chicatana
sino como tzizim. Otros nombres que recibe esta
enorme hormiga son nucú, zompopos, cuatalata,
sontetas, cachorras, chancharras, tepeoani, nacasma o zompope.

“Por otra parte, la aparición repentina de estos
insectos tiene un significado premonitorio para las
comunidades mixtecas. De acuerdo con ellos, encontrar o que aparezcan hormigas coloradas debajo de un metate o fogón, es señal de que la muerte está
rondando a la familia, sobre todo si se encuentra un
hormiguero debajo de la casa”. Hasta aquí la cita.

Acudan a Pahuatlan, además de que puede celebrar son la población el todo santos o días de muertos. La actividad literaria en cuestión, vale la pena.

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