La ciudad de Puebla recordó a los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos hace una década en un acto que sigue resonando como uno de los crímenes más impactantes en la historia reciente de México. Organizaciones y universidades se unieron en diferentes actos simbólicos para exigir justicia por su desaparición.
Una de las movilizaciones fue encabezada por integrantes de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre, quienes tomaron las calles de la ciudad, desde la Avenida Juárez, hasta Casa Aguayo, con pancartas, banderas y mantas mostrando sus consignas.
La universidad Iberoamericana de Puebla, en el marco del foro “A 10 años de Ayotzinapa”, organizó además un conversatorio donde académicos, activistas y estudiantes reflexionaron sobre la falta de resultados en la búsqueda de los estudiantes y la necesidad de seguir exigiendo el esclarecimiento del caso.
Uno de los momentos más emotivos del acto fue el pase de lista, en el que se recordó a cada uno de los 43 estudiantes. En la explanada de la universidad se dispusieron sillas con fotografías de los jóvenes desaparecidos, donde los asistentes colocaron rosas blancas en cada una de ellas, acompañando el gesto con el grito unánime de “¡Verdad y justicia!”.
MOVILIZACIÓN EN PUEBLA
Un grupo de manifestantes se reunió desde temprano para marchar en dirección al Zócalo de la ciudad y Casa Aguayo, en un primer acto conmemorativo por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa que comenzó en la Avenida Juárez.
El contingente, encabezado por Rubén Sarabia Sánchez “Simitrio”, dirigente de la organización comercial 28 de Octubre, avanzó por importantes vialidades del primer cuadro de la ciudad, aunque también afectó la circulación en zonas como la Avenida Reforma.
La marcha, que recorrió alrededor de dos kilómetros, derivó también en la suspensión parcial del servicio de la Línea 2 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), lo que dejó a varios usuarios sin transporte, obligándolos a caminar hacia sus destinos.
Al llegar al Palacio Municipal, Rubén Sarabia tomó la palabra y expresó la solidaridad de su organización con los padres de los 43 normalistas desaparecidos. Externó que el Estado mexicano sigue siendo el principal responsable de la desaparición de los jóvenes en 2014, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, y manifestó que mientras no se haga justicia y se castiguen a los responsables, continuarán las exigencias.
“Lo sucedido hace 10 años en Ayotzinapa, es claramente un botón de muestra de cómo el Estado actual está actuando en contra del pueblo en general y particularmente en contra de los estudiantes de la Normal Rural, por eso, exigimos la presentación con vida de los estudiantes y castigo a los responsables”, dijo.
IBERO HONRA A LOS NORMALISTAS
A una década de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la universidad Ibero Puebla se sumó con actividades para exigir justicia. En el centro de este homenaje, 43 sillas vacías con los rostros de los estudiantes impresos en ellas simbolizaron la ausencia de los desaparecidos.
El académico Arturo González González, director del Centro de Formación y Acompañamiento para el Desarrollo Integral, presidió una misa en la que dijo, se unieron a la esperanza de los padres por encontrar a sus hijos.
“Hoy es un día triste, pero vamos a unirnos a la esperanza de los padres por encontrar a sus hijos. Los 43 de Ayotzinapa son un ejemplo palpable del aplastamiento de los pequeños por parte de los poderosos”, externó.
A su vez, el maestro Conrado Zepeda Miramontes, académico del Departamento de Ciencias Sociales, recordó cómo estos 10 años sin justicia han generado un clima frío en el que la sociedad ha señalado a quienes protestan.
“También son dichosos ustedes si alzan la voz, si hablan en contra de la injusticia y abren caminos de esperanza entre unos y otros”, expuso.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue el tradicional pase de lista, en el que los nombres de cada uno de los estudiantes fueron pronunciados por los asistentes mientras rosas eran colocadas en las sillas con las fotografías de los desaparecidos.
Los hechos que dieron lugar a estas movilizaciones datan del 26 de septiembre de 2014, cuando 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron desaparecidos mientras se dirigían a la Ciudad de México para participar en la conmemoración del 2 de octubre.
En ese momento, fueron atacados por la policía municipal en una confusa serie de sucesos que, según testigos, involucraron a grupos criminales y autoridades locales. Las primeras investigaciones señalaron que los estudiantes fueron detenidos y entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, quienes supuestamente los asesinaron y quemaron en un basurero en Cocula, versión conocida como “la verdad histórica”.
Sin embargo, esta narrativa fue ampliamente cuestionada por organismos internacionales, familiares de las víctimas y expertos en derechos humanos, quienes argumentaron que las pruebas eran insuficientes y contradictorias.
A lo largo de los años, la lucha de los padres y madres de los 43 estudiantes han mantenido viva la exigencia de justicia. Diversas investigaciones han revelado la posible participación de fuerzas del Estado y la protección a altos funcionarios involucrados en el encubrimiento del caso.