Nuevos aires se avecinan en Puebla tras las muestras de respaldo hacia los tres nuevos magistrados de la Sala Especializada del Tribunal de Justicia Administrativa que fueron avalados por mayoría en el Congreso local. Edgar Sánchez Farfán, Rosa de la Paz Urtuzuástegui y Claudette Hannan fueron la terna del gobernador Miguel Barbosa y, de ahora en adelante, responsables de revisar posibles daños y perjuicios cometidos en detrimento de las haciendas públicas durante 9, 12 y 15 años, respectivamente. El apestado en esta trama es el defenestrado auditor Francisco Romero Serrano, a quien poco a poco se le caen en los negocios, pues además de que se evidenció que tiene nexos con el exalcalde de Chignahuapan, y que éste, a su vez, dejó un daño patrimonial de casi 200 millones de pesos en el municipio, en el Poder Legislativo ya cerraron filas para enderezar el barco tras su suspensión.
Protocolo planchado
El gobernador Miguel Barbosa Huerta tomó el toro por los cuernos al sostener una reunión con integrantes de las porras del estadio Cuauhtémoc, el presidente del Club Puebla, Manuel Jiménez García, y el titular de la Secretaría de Administración, Jesús Ramírez Díaz, para afinar los detalles del nuevo protocolo de ingreso al Coloso de las Maravillas. Para el mandatario no es un asunto menor los hechos de violencia en el estadio Corregidora de Querétaro, por lo que abrió las puertas de Casa Aguayo a las porras de Pepe el Grillo, el Frente Blanquiazul y Zkinna para mantener una buena relación con los aficionados. Será el 18 de marzo cuando comience a operar el nuevo protocolo de ingreso al Cuauhtémoc en el partido del Club Puebla y Santos, una decisión muy acertada para evitar actos de violencia entre la afición.
Los dados cargados para Citelum
A nadie le cayó de sorpresa que la empresa Citelum se haya inscrito en la licitación pública de Lalo Rivera para operar el servicio de alumbrado público en la ciudad. Las sospechas de que el alcalde buscaría beneficiar nuevamente a la firma francesa fueron más que evidentes durante semanas y ahora sólo faltará su adjudicación para corroborar que, efectivamente, los dados estaban cargados a su favor. Lo que sí causa sospecha es por qué Traffic Light, filial de Citelum, se inscribió en la convocatoria sabiendo que esto desnudaría un posible conflicto de interés por parte del panista. Será cuestión de días para que se develen todos los intereses que mueven una licitación posiblemente amañada y que será históricamente, la más cara que hayan pagado los poblanos.
