El mensaje fue contundente. Adriana Dávila, aspirante a la dirigencia nacional del PAN, exigió poner fin a las divisiones internas que han fragmentado al partido en los últimos años. En particular, a la influencia de los “morenovallistas” y “riveristas”, refiriéndose al grupo político asociado con el exalcalde Eduardo Rivera Pérez.
Durante su visita a la entidad poblana, Dávila manifestó que en el PAN es momento de dejar atrás los apellidos y las facciones que han dominado el partido, además hizo un llamado a la unidad y a un proceso de renovación de la dirigencia que involucre a toda la militancia, no solo a unos grupos.
“Hace mucho tiempo el PAN cometió un error de empezar a poner apellidos, que si éramos los morenovallistas, que si otros eran riveristas, yo le estoy apostando a los panistas, hay que quitarse los apellidos, porque este momento es fundamental para que cada militante decida en libertad, no podemos seguir permitiendo las prácticas en donde deciden tres o cuatro”, expuso.
La crítica fue una amalgama a la situación interna que vive el PAN en Puebla, donde diversos militantes han criticado a la dirigencia de Augusta Díaz de Rivera por buscar que la renovación del partido sea mediante el Consejo Estatal, a fin de ungir en el cargo a Eduardo Rivera o Adán Domínguez Sánchez, quienes forman parte del mismo círculo político.
También criticó las prácticas que, según ella, han secuestrado al partido en manos de unos pocos líderes, especialmente en lo que respecta a la formación de alianzas con otras fuerzas políticas como el PRI.
A la par, exhortó a que se lleve a cabo un proceso de elección para la dirigencia estatal en Puebla accesible para todos los militantes, similar al proceso que se lleva a cabo a nivel nacional.
Dávila expresó su deseo de dialogar con todos los grupos internos del PAN en Puebla, por lo que durante el fin de semana buscará sumar cuadros de los municipios de Cholula, Atlixco, Chignahuapan, Vicente Guerrero y la Sierra Norte, a fin de reunir las 30 mil firmas necesarias para participar en la contienda nacional.
En medio de sus aspiraciones para dirigir al PAN, aseguró que ya se ha comunicado con el exalcalde Eduardo Rivera Pérez para extenderle la mano, aunque reconoció que aún no ha decidido a quién apoyará de cara al proceso de renovación interno.
“Lo he invitado, y lo seguiré invitando a él y a todos los panistas (…) Tuve la oportunidad de platicar antes con él. Él está en otro momento, no ha tomado su decisión de a quién apoyar y yo la respeto”, expuso.
Por otro lado, Adriana Dávila anunció que buscará reunir 5 mil firmas de militantes en Puebla, de las 30 mil necesarias para participar en el proceso interno. Este plazo de recolección de firmas comenzó el 21 de agosto y se extenderá durante 25 días más.
En lo que respecta al descalabro electoral del PAN, declaró que el partido necesita recuperar su identidad original, abriendo la participación ciudadana y volver a los principios democráticos que fundaron Acción Nacional.
La visita de la aspirante sucede al mismo tiempo que el edil sustituto Adán Domínguez Sánchez —aliado de Eduardo Rivera— expresó recientemente su apoyo al diputado federal Jorge Romero Herrera en la contienda por la presidencia nacional del PAN.
Hipócrita Lector dio a conocer que Eduardo Rivera Pérez habría condicionado su apoyo a Jorge Romero Herrera y Marko Cortés Mendoza a cambio de poder imponer a quien desee en la dirigencia estatal del PAN y elegir el método para hacerlo.
El pacto estipula que Eduardo Rivera Pérez podría colocar a Adán Domínguez Sánchez al frente del partido local, utilizando el Consejo Estatal para concretar esta decisión. A cambio, Rivera Pérez aportaría su influencia en Puebla, que es el tercer estado con el padrón más grande de militantes panistas, superando a la Ciudad de México por una mínima diferencia.
