Regulación de ventas de bebidas alcohólicas, identificación de visitantes e instalación de video cámaras de vigilancia, fueron las propuestas del alcalde Eduardo Rivera Pérez para establecer un nuevo protocolo de ingreso al estadio Cuauhtémoc, luego de la tragedia del pasado fin de semana en el estadio Corregidora, donde al menos 26 aficionados resultaron heridos, en medio del partido Querétaro-Atlas.
El munícipe dijo que colaborará en el protocolo que establecerá el gobierno del estado en coordinación con el Club Atlas, y aseguró que desde el municipio ya existe una distribución de 200 elementos de seguridad que se suman a los que contratan, de forma privada, los encargados del estadio en los partidos que se llevan a cabo en el Coloso de Maravillas.
“En todos los partidos que se han llevado a cabo en el estadio existe la seguridad privada, pero ha habido operativos de seguridad del estado y municipio, tanto policías como tránsito en los alrededores del estadio (…) Nosotros no nos vamos a confiar, de ser necesario estaremos platicando con el gobernador Miguel Barbosa Huerta, la directiva del club, para tomar medidas mucho más drásticas y prevenir este tipo de comportamientos; el gobierno debe garantizar ello”, apuntó.
Rivera Pérez sostuvo que el incidente en el partido en Querétaro será un llamado de atención para que en todos los gobiernos se impongan medidas de prevención ante hechos de violencia cometidos por la afición.
Pero dejó en la cancha de la Federación Mexicana de Futbol la evaluación de los hechos en el estadio Corregidora, la cual, recordó, prohibirá la presencia de “barras bravas” para evitar que se calienten los ánimos en este tipo de encuentros deportivos.
“Sé que el club tiene un partido candente contra Pumas, por ejemplo, y estaremos, si es necesario, platicando con el gobernador y la directiva para tomar medidas mucho más drásticas y prevenir este tipo de comportamientos”, dijo.
Agregó que también emitirán un exhorto a los presidentes auxiliares para que se vigile el consumo del alcohol en eventos públicos como bailes y carnavales próximos, pues acusó que no se adquieren los permisos para poder vender en vía pública.
La reapertura del estadio Cuauhtémoc tras la pandemia por la Covid-19 ocurrió en abril de 2021 con una capacidad del 40 por ciento, es decir, poco más de 15 mil aficionados. Actualmente, sólo existe una política de ingreso con medidas sanitarias, prohibición de acceso a menores de 12 años y de objetos voluminosos.
Hasta el momento se desconoce si implementarán un nuevo protocolo para el ingreso en el próximo partido entre la Franja del Puebla y Santos dentro de 15 días.
A lo sumo, el gobernador Miguel Barbosa Huerta anunció la revisión de la normatividad y previsiones legales para evitar incidentes de violencia de este tipo, a través de juntas con los directivos de La Franja y los concesionarios del estadio.
