El 6 de diciembre de 2018, el ministro Alberto Pérez Dayán ordenó suspender la aplicación de la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, luego del recurso de inconstitucionalidad presentado por el senador Rafael Moreno Valle.
Dicha ley, que buscaba que ningún funcionario público ganara más que el presidente de la República, terminó siendo enviada al refrigerador de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, junto a la sección de lácteos, jabalíes y cochinillos.
Moreno Valle falleció dieciocho días después de esa suspensión.
El ministro Pérez Dayán vive hoy lo que se puede considerar como días aciagos, debido a una grabación telefónica en la que participan los dos mandos más altos de la Fiscalía General de la República.
En esa conversación, el fiscal Alejandro Gertz Manero acusa al ministro de varias lindezas, una vez que éste elaboró un proyecto que favorece a la hija de su cuñada, misma que está en prisión desde hace cerca de quinientos días por haber participado, supuestamente, en la muerte de su hermano Federico:
“Dice que hay que ser equilibrado en el análisis de las pruebas y él se dedica a hacer la apología de las conductas de esta vieja.
“(…) Me quiso ver la cara de pendejo y todavía me lo manda (el proyecto) para ver si me di cuenta o no.
“(…) Ni una línea de todo lo que dijo que iba a poner (en el proyecto).
“(…) Se volteó completo.
“(…) Yo sí tengo la certeza que muchos de los ministros no van a aceptar eso (el proyecto). Y lo van a regresar, y se lo van a dar a otro.
“(…) Fíjese que el propio presidente de la corte le tenía una desconfianza del carajo (a Pérez Dayán). Cuando yo le dije ‘no, pues fíjate (que) sí se ha portado bien.
“(…) Tenemos 3 o 4 ministros que nomás no se la van a dejar pasar, porque además no lo quieren”.
Hasta aquí la larga, pero reveladora cita.
Este lunes, el presidente López Obrador dijo que le tiene confianza al fiscal, y que será hasta el lunes 14, día en que la Corte sesione, cuando se verá si las presiones de Gertz Manero influyeron en los ministros o no.
¿Qué se puede deducir de esto?
Si el proyecto de Pérez Dayán es votado en contra se confirmaría la operación de Gertz Manero.
En consecuencia, y para despejar esa hipótesis, la señora Alejandra Cuevas Morán —hija de Laura Morán Servín, cuñada del fiscal— tendría que salir de prisión.
¿Quién grabó al fiscal y a su segundo, Juan Ramos López?
¿Orejas amigas o enemigas?
El Presidente dice que hay quienes quieren tumbar a Gertz y descarrilar a su gobierno.
Para evitar esto, el Presidente evitaría la caída del fiscal y éste se mantendría en el cargo.
Pero, para que eso suceda, la Corte tendría que avalar el proyecto de Pérez Dayán.
Menudo lío.
(Que no es menudo —pequeño— sino enorme).
Los orígenes. Todo el conflicto que enfrenta Gertz Manero parece tener su antecedente en su naciente rivalidad con Julio Scherer Ibarra, el exconsejero jurídico de la Presidencia a quien López Obrador llamaba “hermano” en público y en privado.
Todo empezó cuando en septiembre de 2021, a los pocos días de la caída de Scherer, la revista Proceso publicó un reportaje sobre el patrimonio del fiscal.
Irritado por la publicación, Gertz mandó traer a su oficina a Scherer y a Jorge Carrasco, director de Proceso.
El diálogo fue áspero.
Gertz acusó al exconsejero de estar detrás del “golpe” periodístico.
Scherer lo negó.
Gertz le dijo que como socio de la revista tenía una influencia natural.
Carrasco dijo que en las decisiones editoriales nada tenía que ver el hijo del fundador de Proceso.
Gertz no les creyó.
Hoy está detrás de una investigación que involucra a Scherer y a un grupo de abogados cercano a él —encabezado por Juan Araujo— en una denuncia por supuesta extorsión, lavado de dinero, tráfico de influencias y asociación delictuosa.
El pasado 4 de marzo, la reportera Georgina Zerega escribió unas líneas perturbadoras sobre esta trama:
“De acuerdo con al menos tres fuentes, dos de ellas próximas a la Presidencia, (Gertz Manero) atribuye (a Scherer) la publicación en la revista Proceso de una investigación sobre su patrimonio. Eso, para Gertz, marcó un antes y un después (en su relación con el exconsejero jurídico)”.
Hay carnita, señores.
Hay carnita.
Un triunfo de la justicia. Hace unos días escribí en este espacio unas líneas sobre Juan Carlos Fernandez Jasso:
“Si las cosas se mueven como tienen que moverse, Juan Carlos quedará libre en los siguientes días”.
El sábado pasado quedó en libertad para beneplácito de sus amigos y sus familiares.
Juan Carlos es un hombre ejemplar que hoy tiene una pasión creciente: la pintura.
A ella le dedica muchas horas.
Un abrazo desde aquí con el mayor de los afectos.
