Una llamada del secretario de Gobernación realizada este martes fue el equivalente en Puebla del famoso mito de la teoría del caos relacionada con el simple e inofensivo aleteo de una mariposa.
Me explico.
El matemático y meteorólogo Edward Lorenz estaba dictando una conferencia en algún lugar del mundo cuando le preguntó a su auditorio: “¿Puede el aleteo de una mariposa en Brasil provocar un tornado en Texas?”.
A partir de entonces nos quedó claro que sí.
Y esa frase de Lorenz suele aparecer en todas las mesas.
Es una verdad brutal que el aleteo de una mariposa puede provocar un tsunami en algún país asiático.
Regreso a la llamada.
Desde su oficina de Casa Aguayo —cuya construcción data del siglo XVI—, don Samuel Aguilar Pala pidió que lo comunicaran con Guadalupe Martínez, presidenta municipal de Quecholac.
Tras responder a la llamada, la presidenta escuchó algo que en todos los países del mundo es de lo más lógico: que en su carácter de autoridad municipal buscara la forma de desfacer un entuerto.
Es decir: reparar un desatino.
Esto tenía que ver con el bloqueo orquestado por el padre de la señorita Martínez: un señor malnombrado El Toñín.
Los campesinos que bloqueaban un tramo de la autopista Puebla-Orizaba a la altura de Quecholac protestaban por lo que se conoce como La Ley General de Aguas, sobre todo porque ahora el manejo del vital líquido dejará de ser asunto de particulares y pasará a ser un asunto regulado por el gobierno.
Movidos por El Toñín (un señor que se dedica al huachicol, pero que ahora se vende como “afamado” agricultor), los comuneros cerraron la carretera, de ahí que el secretario de Gobernación le hiciera una llamada a la presidenta para que solucionara el desatino de que su padre atentara en contra de las vías de comunicación, lo que tenía desquiciados a miles de automovilistas.
Esa llamada fue el aleteo de la mariposa para que El Toñín saliera del clóset, grabara un video al lado de su hija y amenazara con toda clase de vulgaridades al secretario de Gobernación.
Guardado como estaba, nadie se acordaba de él, pero a partir del martes su figura y su expediente judicial han vuelto a cobrar una vigencia inusitada.
¿Cuántas órdenes de aprehensión han sido giradas en su contra?
Cuando menos dos docenas.
¿Por qué no se ejecutaron?
Porque, es clarísimo, el señor corrompió sistemáticamente a las autoridades judiciales del pasado reciente, lo que incluye a funcionarios de muy alto nivel.
El aleteo de esa mariposa camuflada en llamada telefónica nos recordó a todos que en Quecholac hay un señor que no sólo maneja el huachicol, la agricultura y los bloqueos carreteros, sino también la presidencia municipal.
Cuentan, por cierto, que el Día de las Madres celebra a las progenitoras de los quecholenses con estufas y refrigeradores, y que en estos tiempos navideños organiza posadas, regala juguetes, obsequia alcohol (Bacardí, Don Pedro, Magno, Viejo Vergel) y oficia misas en honor al Santo Niño Huachicolero.
Todo un personaje éste que hizo sus videos portando un reloj que cuando menos cuesta unos trescientos mil pesos.


