A su larga lista de señalamientos por su desempeño público, Enrique Rodríguez Martínez, vocero de la familia Jenkins de Landa, puede sumar su capacidad histriónica para ver conflictos donde no los hay y utilizar esa estrategia para la desinformación. Después de que el gobernador Miguel Barbosa Huerta desacreditara la campaña de desinformación que lanzó el exreportero de Televisa por la reapertura del campus de la Universidad de las Américas Puebla –con un evidente interés por confundir a la ciudadanía–, el sujeto se tiró al piso y denunció amenazas por parte del mandatario. En su red social, el exdirector del Canal Judicial escribió: “Acuso de recibo su amenaza @MBarbosaMX! Me he dedicado a hacer periodismo profesional durante 33 años! Y sustento mis dichos en resoluciones de instancias federales! Por eso no debemos olvidar lo publicado por @proceso sobre el verdadero fondo del ataque a la @udlap #FelizMartes”. Como puede apreciarse, no hay duda de que el sujeto confunde la gimnasia con la magnesia. Las mentiras que difundió el pasado lunes sobre la reapertura las hizo en su calidad de vocero de la Fundación Mary Street Jenkins. Si hay dudas, reproducimos su propio tuit, bajo la aclaración de que las aberraciones ortográficas y dislates gramaticales de éste y el anterior, son responsabilidad exclusiva de Rodríguez: “Extra!! La @Fund_MSJenkins a través de mi conducto confirma la presencia de la Rectora en un juzgado local de Cholula para acordar el mecanismo de entrega de la @udlap Esto no significa reconocer legitimidad a los #espurios El bien superior es el regreso a la normalidad! ..”. ¿Cuál ejercicio periodístico si es parte del conflicto al fungir como vocero? El asunto no deja de ser cómico porque hace referencia a 33 años de “periodismo profesional”, lo que no se sabe es si ese lapso debemos incluir su salida del Canal Judicial por escándalos relacionados con consumo de drogas, así como acoso sexual y laboral de sus subordinados. Al hacerse la víctima, Enrique Rodríguez pretende pasar por un reportero amenazado por una autoridad, pero eso es más falso que sus propios tuits. Insistimos: su figura en el conflicto de la Udlap no es como reportero sino como vocero de una de las partes. Y, bueno, para alentar la desinformación, Rodríguez reprodujo un texto que sembró en la revista Proceso y en el que se intentó vender la idea de que Barbosa Huerta pretendía quedarse con los casi 730 millones de dólares de la Fundación Mary Street Jenkins. Como sabemos, el propio semanario tuvo recular, ofrecer disculpas y pasar de la versión original a la de que el gobierno del estado pretende recuperar el dinero para la entidad poblana. Y, respecto a sus dichos basados “en resoluciones de instancias federales” sólo demostró su ignorancia en un tema crucial en la defensa de sus contratantes. Con esos aliados, los Jenkins para qué necesitan enemigos. ¡Corte!
Ponen orden en el PAN
Marko Cortés Mendoza, dirigente nacional del PAN, tomó la decisión de poner orden en el panismo poblano tras meses de divisiones y pleitos intestinos. Su visita a la entidad de este martes sirvió para reunirse con todos los liderazgos más importantes de la entidad. Lo mismo fue convocado el edil Eduardo Rivera Pérez o la dirigente estatal Augusta Valentina Díaz como la diputada federal Genoveva Huerta Villegas. El objetivo de la reunión fue enviarles varios mensajes cruciales rumbo a 2024. El primero y más importante es el partido no permitirá la exclusión de ningún grupo o equipo, por lo que en la ruta hacia la próxima elección constitucional todos tendrán espacio. Este mensaje tuvo como principal receptor a Rivera Pérez, quien comenzó una política de exclusión y autoritarismo bajo la premisa de que es la cabeza del grupo hegemónico del panismo, lo cual no sólo es falso sino una auténtica tomadura de pelo. Incluso, Cortés Mendoza le recordó al munícipe que no de haber sido por la apertura que Huerta Villegas tuvo como líder estatal nunca hubiera podido ser candidato a la presidencia municipal en 2021. Pero, el líder nacional del PAN también envió otro mensaje al grupo contrario: Es tiempo de darle vuelta a la elección interna del Comité Directivo Estatal. Palabras más, palabras menos, los panistas escucharon de su dirigente que es necesario cerrar heridas, dejar atrás enconos y ponerse a trabajar si es que se pretende tener competitividad para dentro de dos años. Al final de la reunión quedó un sabor agridulce en el equipo de Lalo Rivera que pensaba ser ratificado como el non plus ultra, pero lo que escuchó es que necesita de todos si pretende ser candidato y ganar la elección a gobernador.
