Más de 300 muertos en el sudeste asiático por lluvias e inundaciones. Los países de la región luchan por rescatar a ciudadanos atrapados, restablecer servicios y evaluar los daños a medida que el agua comienza a retirarse, informa Reuters.

Indonesia, Tailandia y Malasia han sufrido intensas lluvias durante la última semana, impulsadas por ciclones y una inusual tormenta tropical en el estrecho de Malaca. En Indonesia, el saldo asciende a 174 fallecidos, mientras que en Tailandia se reportan 145 muertos, especialmente en la provincia de Songkhla, donde se contabilizan 110 víctimas. Además, Sri Lanka suma 56 fallecidos debido a un ciclón reciente.

En Sumatra, la región más afectada de Indonesia, los equipos de rescate aún buscan 79 personas desaparecidas. Muhammad Rais, residente local, describió la desesperación:

“Nos estamos quedando sin suministros y comida”, mientras se refugia en el segundo piso de su vivienda. Las autoridades trabajan por restablecer electricidad y comunicación y despejar carreteras bloqueadas por deslizamientos.

En Hat Yai, ciudad sureña de Tailandia, la lluvia ha cesado, pero el agua sigue cubriendo las calles hasta los tobillos. Vehículos arrastrados por la corriente, escombros y lodo cubren la ciudad, y los residentes continúan sin electricidad. Las autoridades advierten que el número de víctimas podría aumentar conforme se inspeccionen más zonas. Somporn Petchtae, habitante de la ciudad, relata: “Mi casa no se inundó, pero estaba atrapado como si estuviera en una isla”.

En Malasia, la tormenta tropical Senyar tocó tierra alrededor de la medianoche, causando la muerte de dos personas y dejando 30.000 evacuados en refugios. Las autoridades mantienen alertas por lluvias y vientos, así como por mar agitado que pone en riesgo a embarcaciones pequeñas. El gobierno malasio ha evacuado a 1.459 ciudadanos atrapados en hoteles inundados en Tailandia y trabaja para rescatar a los 300 que permanecen en zonas afectadas.

Los países del sudeste asiático enfrentan una emergencia humanitaria sin precedentes, mientras combinan operativos de rescate, evacuación y recuperación en un escenario que ha puesto a prueba la infraestructura y la resiliencia de millones de personas.