Lo que parecía un bache aislado para Liverpool se ha convertido en una alarma roja. El equipo inglés sufrió su tercera derrota consecutiva al caer 4-1 frente al PSV Eindhoven en Anfield, sumando su novena derrota en 12 partidos entre la Liga Premier y la Champions League.
El equipo dirigido por Arne Slot enfrenta críticas crecientes tras los errores defensivos que facilitaron la victoria del PSV. La caída comenzó con un penalti provocado por Virgil van Dijk, convertido por Ivan Perisic.
Dominik Szoboszlai logró empatar momentáneamente, pero un gol de Guus Til devolvió la ventaja a los holandeses. Más tarde, Ibrahima Konate falló en un balón que permitió a PSV ampliar su ventaja. El delantero estadounidense Ricardo Pepi disparó al poste, pero Couhaib Driouech aprovechó el rebote y selló el marcador con un cuarto gol en tiempo de descuento, completando la humillación en Anfield.
Este momento coloca a Liverpool en una crisis defensiva y de resultados, generando cuestionamientos sobre la dirección de Slot y la consistencia del campeón inglés apenas unos meses después de conquistar la Premier League.

