Ante las crecientes advertencias de que Rusia podría poner a prueba la determinación de la OTAN antes de 2030, el presidente Emmanuel Macron anunció este jueves el relanzamiento de un programa de servicio militar, una práctica que Francia abandonó hace casi tres décadas. La medida busca fortalecer la capacidad defensiva del país en un contexto geopolítico cada vez más tenso.
El nuevo esquema, de carácter voluntario y con una duración de 10 meses, comenzará con entre 2 mil y 3 mil jóvenes mayores de 17 años y se ampliará hasta 50 mil participantes anuales. Los jóvenes recibirán formación militar y un apoyo económico periódico, con el objetivo de alimentar tanto el reclutamiento de las fuerzas regulares como de la reserva.
Macron presentó el programa durante una visita a una brigada de infantería en el sureste del país, donde aprovechó para enviar un mensaje directo a una opinión pública inquieta por un posible involucramiento francés en la guerra en Europa del Este.
“Tenemos que disipar inmediatamente cualquier idea engañosa de que vamos a mandar a nuestros jóvenes a Ucrania. Eso no tiene nada que ver con esto”, afirmó. También reiteró que los voluntarios servirán exclusivamente en territorio nacional.
El proyecto sustituirá al Servicio Nacional Universal (SNU), creado en 2019 como una experiencia cívico-militar de apenas cuatro semanas y que nunca logró consolidarse ni atraer participación masiva. El nuevo modelo, más robusto y cercano al antiguo servicio militar obligatorio suspendido en 1996, responde a un llamado del alto mando del ejército.
La iniciativa toma forma días después de que el jefe del Estado Mayor, el general Fabien Mandon, advirtiera a alcaldes franceses que el país debe estar preparado para “perder a sus hijos” en caso de un enfrentamiento con Moscú. Sus declaraciones generaron fuertes críticas en la izquierda y preocupación en sectores conservadores, pero también respaldo entre voces que consideran que la sociedad francesa subestima el riesgo actual.
El gobierno insiste en que el programa no busca preparar a Francia para una guerra inmediata, sino reforzar la cohesión nacional, aumentar la capacidad operativa y asegurar que el país cuente con suficiente “masa” para responder a crisis de alta intensidad, sin reenviar tropas jóvenes a un conflicto externo.

