Este fin de semana –el viernes por la noche– después de la victoria del Puebla contra un supuesto grande de La Liga, me atreví a vaticinar que el Puebla sería campeón de este torneo –después de 6 fechas– en el programa Picante de la cadena ESPN.
Sin querer ser textual con la frase “El Puebla será campeón”, un equipo armado como se arma, que su objetivo es más económico que deportivo y que, en esos dos rubros, está teniendo éxito en los últimos 14 meses, vendiendo cerca de 35 millones de 2019 a 2022. Además, tiene torneos de 28, 25, y ahora -a falta de 11 fechas- ya tienen 14 de 18 posibles, un 80 por ciento de productividad en lo deportivo y 5 a 6 jugadores que en el próximo mercado de compra-venta podrán valer entre 20 a 23 millones de dólares; éxito rotundo en los dos temas.
Después se tendrán que evaluar temas no menos importantes como el social, el de crecimiento y consolidación de la institución que no pueden pasar de lado. El Puebla ya fue campeón y no pasó nada de esto, sólo fueron campeones.
Para vaticinar dicha aseveración, me baso en lo visto por los demás competidores que han demostrado que también puede acceder al campeonato, teniendo pros y contras.
Tigres: con un técnico con experiencia y un plantel muy fuerte en ofensiva, pero un cuadro bajo que carece de substitutos poderosos.
Cruz Azul: Con el grato sabor de haber obtenido hace 6 meses el campeonato, con un plantel más hecho a lo pedido por el técnico, más a su idea, pero con la problemática de sus directivos y que, en cualquier momento, pueden explotar por vanidades y luchas de poder, produciendo inestabilidades.
Atlas: Los recientes campeones, con un juego muy trabajado y muy entendido, pero sólo cuentan con 14 elementos, de los cuales su portero, centrales, contención y puntas no tienen substitutos.
Pachuca: Con un técnico probado y aprobado en un fútbol muy dinámico y directo. Al final su éxito radicará en su contratación y quitarle lo grisáceo que tenía este equipo en su juego. Nada más por conseguir y, si así fuera, el éxito ya lo tendrían.
Monterrey y América: grandes planteles; algo más harán de lo que vienen haciendo, basado en individualidad y no en conjunto, y con técnicos muy renombrados. Cada semana se mienten a ellos mismos: saben que su juego y discurso ya no es aceptado.
Los demás, entre buenas y malas semanas no pasará nada.
El Puebla demuestra cada 8 días un entendimiento total con 19 jugadores, 8 de ellos con más de una función dentro del campo, totalmente sustituibles y con una mentalidad a prueba de lo que venga, con la resultante que sabrán salir del problema.
Lo que venga después será otra historia, no tan buena como la que escribo, y viviremos los próximos 3 meses, pero, el aquí y el ahora es fantástico para Puebla y los poblanos.
