El vehículo que el fallecido papa Francisco utilizó durante su visita a Belén en 2014 llegó este martes a la localidad cisjordana transformado en una clínica médica itinerante destinada a brindar atención en Gaza, aunque su ingreso a la Franja aún depende del permiso de las autoridades israelíes.
La iniciativa, impulsada tras la muerte de Jorge Mario Bergoglio el pasado 21 de abril, responde a “uno de los últimos deseos” del pontífice, según informó el Vaticano. El objetivo es que el antiguo papamóvil preste servicios médicos, especialmente a niños afectados por la guerra y la crisis humanitaria en Gaza.
Durante la presentación del vehículo reacondicionado en Belén, el cardenal Anders Arborelius, obispo de la diócesis de Estocolmo, bendijo la clínica móvil y destacó el simbolismo del proyecto.
“Seguro que recibiría esta noticia con una gran sonrisa; para él era muy importante que los niños del mundo tuvieran una vida mejor”, expresó Arborelius.
Pese a que la unidad ya está lista para operar, su despliegue en territorio gazatí continúa en espera, debido a que las autoridades israelíes aún no han autorizado su acceso.
Organizaciones vinculadas al proyecto esperan que el permiso sea otorgado en los próximos días para comenzar a ofrecer atención médica en algunas de las zonas más golpeadas por el conflicto.
