👞👞 UN SEÑOR Y UNA SEÑORA van al súper. (Voy, como un vigía, detrás suyo). Ella va de malas. Le reclama que el sábado quedó un tiradero en la casa porque el señor invitó a sus amigos —unos ‘buenos para nada’— a ver el partido Irapuato-Zacatepec. Con un ritmo de velocirráptor, la señora enumera los agravios: uno de ‘tus borrachos’ (así les llama a todos) se vomitó en el baño de visitas. (La descripción del vómito es enfermiza: “era una cosa roja del tipo del pozole, pero viscosa como avena”).

🩴🩴 OTRO AGRAVIO: otro de ‘tus borrachos’ manoseó a Jose (la muchacha de servicio nacida en Tabasco, a quien ella denomina la ‘pejechacha’). Un borracho más, literal, subió “las patas a la mesita de centro y la rayó”. No puedo dejar de escucharlos (por morbo), por lo que camino detrás de ellos hacia la zona de lácteos. Al tiempo que circulan, el señor ve las nalgas de otras señoras con un disimulo doblado de nostalgia. Su señora no lo advierte. De hacerlo, imagino la mirada de cuchillo cebollero que le lanzaría.

🫦 ZONA DE CARNES. El señor mira profundamente los senos de la chica que despacha en lo que su señora alterna sus reclamos con el medio kilo de aguayón que ordena. “Que sean suaves y magros” (subraya acerca de los bisteces). La chica advierte que el señor no deja de mirar sus senos (suaves y magros, como el aguayón) y se ruboriza un poco. También se sube la blusa. La señora llega a la sección financiera de la charla. Le dice que el gasto que él le da ya no alcanza para vinos y cervezas, por lo que ahora sus ‘amigotes’ se tendrán que conformar con agua de jamaica.

👅 ZONA DE JABONES Y SHAMPOOS. Ella elige Palmolive (para él) y Dove (para ella). En esa sección, le dice que a la cama ya le urgen dos nuevos juegos de sábanas, una vez que de su lado (el de él) “hay una resequedad apestosa por todos lados”. (‘Semen viejo, seguramente’, pienso). Se ve que tienen años de no tener sexo. Se ve que el señor odia a la señora. Se ve que la señora está arrepentida de haberse casado con ese ‘bueno para nada’. Se ve que están hartos de vivir juntos. Se ve que nunca se van a divorciar porque ‘es lo que hay’. En ese momento me alejo de ellos pensando en lo difícil que es a veces la sobrevalorada vida en pareja.