Ricardo Salinas Pliego tiene un sueño:

Transmitir en directo la caída de la 4T en el estilo Libia, Siria y Nepal.

En lugar de la ‘Primavera Árabe’ que culminó, entre otros, con la caída de Hosni Mubarak, en Egipto, quiere su ‘Otoño Mexicano’.

Y todo transmitido por la cada vez más irrelevante Televisión Azteca y sus gritones, protegidos —como ya se vio— por guaruras del propio Salinas Pliego.

Lo que vimos este sábado fue un coctel muy turbio en el que los que menos participaron fueron los jóvenes de la Generación Z.

El movimiento se deslindó de antemano, al igual que Grecia Quiroz, viuda de Carlos Manzo y actual presidenta municipal de Uruapan.

Otro movimiento que se deslindó fue el de “El Sombrero”, que tuvo entre sus fundadores al propio personaje asesinado en Día de Muertos.

En su mayoría acudieron los de siempre: la ‘Marea Rosa’ de Xóchitl Gálvez, Vicente Fox, Belanzaurán y todos los impresentables coordinados por el PRIAN que se han vuelto aliados de Salinas Pliego.

Éste, hay que decirlo, ya no tiene nada que perder.

Ha perdido todo en las cortes.

Hoy, ante el riesgo de ser embargado, se volvió uno de los patrocinadores de un movimiento surrealista que, de entrada, movilizó a sus miles de empleados de la televisora, Elektra, Total Play y demás empresas.

(El zócalo, por cierto, jamás estuvo lleno).

A la par de esto, abundaron los usuarios de las redes sociales metidos en un fanatismo estúpido.

(Todos los fanatismos lo son).

Y se les fueron encima a quienes reportaban incidencias que no contribuyeron a su visión de la marcha.

(Fue penoso encontrar comentarios fuera de lugar de gente que creía inteligente. Ya se les acabará la borrachera ‘democrática’ y les llegará la cruda).

Los gritos ofensivos en contra de la presidenta Claudia Sheinbaum revelaron un odio peligroso que han llevado al ámbito de lo personal quienes marcharon este sábado.

Y es que, en lugar de ideas, tienen ocurrencias y odios añejos.

Y creen, como Salinas Pliego, que en la plaza pública lograrán la caída de un gobierno legítimo que ganó abrumadoramente en 2024.

Otro elemento que estuvo presente fue el gritoneo en contra de los beneficiarios de los programas sociales, aunque en las diversas transmisiones quedó evidenciado que muchos de los manifestantes reciben sus becas del Bienestar.

En Puebla, por cierto, hubo varios pasajes oscuros:

Uno de los parias que venía en la marcha lanzó una piedra en la cabeza de una persona de la tercera edad.

(Los comentarios en redes estuvieron en consonancia: “¡qué bueno! ¡Es de los ancianos que recibe la pensión del maldito gobierno!”).

Hubo, además, uniformados golpeados, patrullas destrozadas y gritos desarticulados.

Salinas Pliego y los otros patrocinadores del odio buscaron ayer ‘su muertito’.

Y no lo tuvieron gracias a la contención policiaca, que por momentos estuvo a punto de romperse por la provocación de los sicarios a sueldo.

Un ‘muertito’ les hubiese dado un poder brutal.

Y ya estarían lucrando con él como ahora lo hacen con Carlos Manzo, quien, cuando estuvo vivo, jamás recibió el apoyo de quienes hoy enarbolan su imagen para exigir la caída del gobierno.

Un dato más: un reportero de Julio Astillero dio a conocer que integrantes de dos cárteles de la droga amenazaron de muerte a los uniformados.

En sus palabras: quienes tiraron las vallas no fueron los ‘anarquistas’ del denominado Bloque Negro, sino sicarios al servicio de los cárteles.

Qué coctel tan peligroso.

Las malditas dudas matan:

¿Quién los convocó?

¿Quién patrocinó esa provocación tan grave?