La exhibición de supuestos ingreso del periodista Carlos Loret de Mola por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, puso en otro nivel los ataques y amenazas que la prensa recibe en México, pero también evidenció la doble moral de grupos y actores políticos que se han colgado del escándalo como parte de su agenda para golpetear al Ejecutivo federal.
En Puebla, los principales promotores de la defensa del director del portal Latinus son partidos y actores políticos que han amedrentado a la prensa, tergiversado información y obstaculizado su labor en años recientes y anteriores, y que ahora se asumen como defensores de la libertad de expresión.
Uno de los primeros en sumarse a la campaña #TodosSomosLoret fue el vocero de la familia Jenkins de Landa –expatronos de la Fundación de las Américas Puebla– Enrique Rodríguez, quien acusó al presidente López Obrador de violar la Constitución y leyes federales por revelar información fiscal protegida por “estar fuera de sí por la exhibida a su hijo” José Ramón López Beltrán, quien tiene una casa en Houston, Texas, mediante supuesto tráfico de influencias con contratistas de Pemex.
Sin embargo, la postura del vocero los expatronos de la Universidad de las Américas (Udlap) que pide transparencia en el caso del hijo del Presidente, se contrapone con su silencio por el desfalco de 720 millones de dólares del patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins a través de empresas en paraísos fiscales; situación que mantiene en un conflicto jurídico a la universidad.
Enrique Rodríguez, lejos de aclarar el desvío de recursos, ha acusado persecución política a la familia Jenkins de Landa pese a las pruebas de posible delito de delincuencia organizada.
Quienes también se sumaron a esta narrativa fue la organización Puebla Contra la Corrupción y la Impunidad –filial de Mexicanos Contra la Corrupción, de Claudio X. González–, que aprovechó el tema para sumarse al golpeteo al presidente López Obrador y agregar al gobernador Miguel Barbosa.
Su director y excandidato a la gubernatura por la coalición PAN-PRD-MC, Enrique Cárdenas Sánchez, fue denunciado en 2019 por un académico de la BUAP por presunta defraudación fiscal al no comprobar 14 millones 250 mil pesos durante los 11 años que dirigió el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, A.C. (CEEY).
Además, dentro de la organización se encuentra como abogada Karla Vera Báez, que ha sido denunciada por años por presuntos despojos, autoritarismo y terrorismo en contra propietarios de predios en la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas, del municipio de Puebla.
Otro de los grandes impulsores de la campaña de defensa a Loret de Mola fue el exsenador del PAN Javier Lozano Alarcón, quien denostó a la administración de López Obrador llamándola “régimen de mierda”. “Será más agresivo, sí. Ya va de bajada y de salida. Y, nosotros, como sociedad y las benditas redes sociales, estamos más fuertes que nunca. #TodosSomosLoret”, publicó en sus redes sociales.
No obstante, Lozano Alarcón ha pertenecido a los gobiernos más controversiales de los últimos años en México al ser secretario del Trabajo y Previsión Social en la administración de Felipe Calderón Hinojosa, dónde apoyó abiertamente la guerra contra el narcotráfico que desató la inseguridad en el país y alentó la desaparición del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
También fue muy cercano al morenovallismo al destapar al exgobernador Rafael Moreno Valle como aspirante a la candidatura presidencial en 2018 y sumándose como vocero del gobierno de Antonio Gali Fayad.
Otros líderes políticos que se “solidarizaron” con el periodista Loret de Mola fueron integrantes del PRD como Carlos Martínez Amador, presidente estatal del partido, quien señaló que “el sello de morena es intimidar y callar a sus críticos”; lo mismo hicieron Jesús Ortega y Jesús Zambrano, líderes nacionales del Sol Azteca.
Dichos líderes, en contra de la voluntad de varios de sus militantes, apoyaron el proyecto de Moreno Valle a la gubernatura poblana, misma que se convirtió en uno de los gobiernos que más reprimió la libertad de expresión y el ejercicio periodístico.