El huracán Melissa, uno de los más potentes registrados en los últimos años en el Caribe, ha dejado al menos 32 personas muertas y miles de damnificados tras su paso por Haití, Jamaica, Cuba, Panamá y República Dominicana, donde arrasó con viviendas, carreteras y sistemas eléctricos.
De acuerdo con reportes oficiales y medios internacionales, Haití es el país más afectado, con 25 fallecidos en la localidad costera de Petit-Goâve, donde el desbordamiento del río La Digue provocó inundaciones y deslaves. En Jamaica, donde Melissa tocó tierra como huracán categoría 5 con vientos de hasta 298 km/h, se registraron cuatro víctimas mortales y severos daños materiales.
En Cuba, aunque no se han confirmado decesos, las autoridades evacuaron a más de 735 mil personas en la región oriental y reportan afectaciones a la infraestructura eléctrica y vial. En Panamá y República Dominicana también se contabilizan víctimas mortales y daños materiales.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) mantiene alerta de huracán para Bermudas, donde se prevén lluvias intensas, oleaje elevado y fuertes rachas de viento en las próximas horas, mientras el fenómeno continúa su trayectoria hacia el Atlántico Norte.
Los gobiernos de Jamaica y Haití declararon estado de emergencia, mientras organismos internacionales como la Cruz Roja y la ONU coordinan el envío de ayuda humanitaria ante la destrucción de comunidades enteras.
Según estimaciones preliminares, Jamaica podría enfrentar pérdidas económicas superiores a 22 mil millones de dólares, principalmente en los sectores turístico y agrícola, pilares de su economía.
El primer ministro jamaicano, Andrew Holness, calificó el paso de Melissa como “una catástrofe nacional” y pidió apoyo internacional urgente para atender a las comunidades más golpeadas.
Aunque el huracán Melissa comenzó a debilitarse tras abandonar el Caribe, el NHC advirtió que sigue siendo un sistema peligroso y que su impacto podría sentirse en el Atlántico durante los próximos días.
