Hace apenas dos semanas, Estados Unidos y Canadá parecían estar cerca de cerrar un acuerdo comercial tras la amenaza arancelaria del presidente Donald Trump. El primer ministro canadiense, Mark Carney, había viajado a la Casa Blanca para tratar de acercar posturas con Trump, quien elogió sus esfuerzos y destacó avances en las negociaciones. Sin embargo, las relaciones entre ambos países se han complicado drásticamente desde entonces.
El presidente de EE.UU. decidió suspender las negociaciones con Canadá después de que el gobierno canadiense emitiera un anuncio televisivo que contenía un discurso de 1987 de Ronald Reagan, donde el expresidente se oponía a los aranceles. En el video, Reagan abogaba por la eliminación de las barreras comerciales y la promoción de una competencia justa y libre. Este mensaje fue interpretado por Trump como un ataque indirecto a su propia política arancelaria.
Trump, en su cuenta de Truth Social, acusó a Canadá de utilizar un video fraudulento y señaló que el país había engañado durante años con sus prácticas arancelarias. “Canadá ha engañado con los aranceles durante mucho tiempo, cobrando hasta un 400% a nuestros agricultores”, escribió el republicano. Además, hizo un llamado a la Fundación Ronald Reagan por exponer lo que consideró un fraude.
Aunque las relaciones personales entre Trump y Carney se mantienen cordiales, las tensiones comerciales han escalado desde que Trump impuso aranceles del 35% sobre productos clave como acero, aluminio, madera y automóviles importados de Canadá. La razón oficial es que Canadá facilita la llegada de inmigrantes ilegales y fentanilo a EE.UU.
En respuesta a la suspensión de las negociaciones, el primer ministro Carney mostró calma y aseguró que Canadá está preparado para reanudar las conversaciones cuando EE.UU. esté listo. “Estamos listos para reanudar las conversaciones comerciales con Estados Unidos”, afirmó Carney, minimizando la situación.
Mientras tanto, las tensiones continúan. Doug Ford, primer ministro de Ontario, defendió el anuncio y mencionó que Trump no quedó contento con el mensaje. Por su parte, la Fundación Presidencial Ronald Reagan emitió un comunicado en el que acusó al gobierno de Ontario de tergiversar los comentarios de Reagan, alegando que no se había solicitado permiso para utilizar sus palabras.

