El fútbol es lo más importante de los menos importante.
Un gobernador, hace años, me dijo muy serio: “Chelis, fuera de casa si tienes que perder, no importa, pero en el Cuauhtémoc ni se te ocurra”, haciendo referencia a que en esa semana, en la que el Puebla ganaba de local, en su trabajo de gobernador le fue más fácil, pues en sus diferentes giras, dentro del estado, la población estaba contenta porque el equipo había ganado en campo propio. La derrota en ajeno era eso, una derrota en quién sabe dónde.
El equipo, desde que tengo uso de razón, tiene sus horas más bajas, tomando en cuenta que en los 60, yo lo vi participar en segunda división y después de 99, lo vi descender dos veces, a manos de su propietario, Francisco Bernat, un gran poblano. Después, en 2006, con la propiedad del mismo Sr. Bernat y otros POBLANOS de hueso colorado, el equipo ascendió. Este equipo que da lástima, que hiere los recuerdos, que por la globalización ya no puedes esconder esas derrotas, y que tiene la particularidad de que el dueño no es poblano, y desconoce los casi 80 años de historia.
El estado de Puebla, después de que nació como un poblado de paso entre la capital y Veracruz, ha sido considerado entre los cuatro estados más importantes. Sólo les contaré, con hechos actuales: Puebla se colocó entre los ocho estados que presentaron mayor avance en su actividad industrial, previo al cierre de 2023. Puebla se colocó en el top 8, en cuanto a la inversión extranjera directa, al captar 1,022 millones de dólares, de enero a septiembre de 2023. Es la cuarta con menor desempleo, con una tasa de 1,8%, en enero de 2023. Puebla se ubica como el quinto estado más poblado del país, dato tomado en julio de 2023. Puebla capital, el municipio tiene 1,692,181 habitantes.
Así me puedo seguir, dando datos en cuanto a construcción de carreteras, cantidad de universidades, seguridad, y muchos más, que hacen aparecer la paradoja, hecho que parece -y en este caso, lo es- contrario a la lógica actual, con un equipo de fútbol, y remarcó, por primera vez manejado por gente que no es de Puebla y, por lo mismo, no conoce la historia.
Me remonto a los señores Díaz Loredo, a Los Hidalgo, Ablanedo, Dura, a mi papá, a Leonardo Ortiz, a Rafa Moreno Valle, al señor Abed, a Emilio MAURER y socios, a Paco Bernat, a Ricardo Henaine, al señor Lopez Chargoy y a muchas más, que a veces bien, otras regular y otras mal, y que los podías ver en el estadio, o en algún café de la avenida Reforma, o en los portales y, en nuestros tiempos, en cualquier restaurante importante de la ciudad, con la pena o la alegría del paso del equipo, pero con un P y una franja tatuada en la cara que te decía que las cosas tendrían que ir a mejor.
Hoy, en esta paradoja, te encuentras a un equipo sumido en el lugar 17, lugar que no desconocemos, pero lejos de tener esos tatuajes de esperanza, que al igual que los datos duros importantes que se están dando en el estado, y que repercuten en la vida cotidiana, también la ilusión de tener un equipo en la máxima categoría, repercute negativamente en el estado.
Las generaciones han ido cambiando. Mucha gente de fuera se ha asentado en el estado; nada tontos: el estado les ofrece un mejor vivir, pero con el problema del desconocimiento de lo que es el Puebla, equipo de fútbol. Hoy su nombre está escrito en una televisora, al igual a quien hace un programa de entretenimiento o de información. Es un actor más de una compañía que hace televisión y que en su elenco, en sus activos, tiene al Puebla.
Cómo está compañía, su fin es hacer negocio y tiene al equipo como un gran negocio, sólo eso, un gran negocio. El problema principal, es que lleva el nombre del estado y éste, no se beneficia de nada. Con el simple hecho, que su actividad la desarrollan en campos de una hectárea como mínimo, es el único equipo de liga mayor en el mundo que no tiene ni un metro de tierra para el desarrollo de su actividad. Su actividad la desarrollan en una propiedad del estado y ellos al estado no le dan nada. Creen que Puebla estado es la zona de Angelopolis y un poco más lejos, la zona de los estadios, olvidándose de las muchas colonias del munición y más: de 217 municipio que tiene el estado. Es imperioso llevar deporte, cultura y arte a todos los rincones del municipio, pero en este caso, del deporte, impacta más en la población, si el Puebla, como institución lo lleva, lo pone, le da seguimiento, a diferencia que una dirección del deporte lo hace. El mismo ejemplo sucede con el arte y la cultura, que entiendo que si lo hace gente con trayectoria.
Todo lo anterior es una verdad y el único culpable y la única solución son los poblanos. Lo hemos permitido y la compañía que tiene el nombre hace lo que cualquier compañía: sacar usufructo de su propiedad, con el pecado que esa ganancia no beneficia en nada a la población y en el momento que los números no les den, hay 16 estados pidiendo a gritos tener un equipo. Recuerden el ejemplo de Morelia: el gobierno les daba uno, pero el gobierno de Sinaloa les daba tres y un estadio nuevo. La solución fue fácil, tomaron su mudanza y anclaron en Mazatlán. La historia, afición, alegrías del Morelia, puesto y embalado en un camión de mudanza.
La solución no es difícil y tiene dos caminos: sentar a los propietarios y hacerles saber esta realidad, o empezar una nueva historia, que de nueva tiene poco. El poblano, como tu mejor activo, lo apoyará.
