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viernes, noviembre 22, 2024

El presidente López Obrador y los perros de carnicería (Un daguerrotipo)

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En una reciente entrevista, Vladimir Putin dijo en varios momentos algo que todos sabemos desde hace años: que, sin importar quién esté al frente de Estados Unidos, hay una tendencia permanente de ese país en intervenir y generar el caos en otras naciones.

Quienes fuimos lectores adolescentes de “Cómo leer al Pato Donald” lo hemos sabido siempre.

El presidente de la Federación Rusa eligió a un periodista-historiador cercano a Donald Trump para hacer ésa y otras revelaciones: Tucker Carlson, quien hasta el año pasado tuvo el programa de mayor audiencia en Fox News.

(Hoy es dueño de su propia empresa: la Tucker Carlson Network).

Esto tiene que ver con lo que el presidente López Obrador ha dado a conocer en los últimos días, con una audacia fuera de serie, relacionado a un extraño afán del gobierno de Joe Biden de ligarlo —mediante hechizas investigaciones de la DEA— a una trama de supuesta financiación del crimen organizado.

Putin le dijo Carlson que el gobierno de Estados Unidos le ha mentido en varias ocasiones y que se ha vuelto una costumbre que la CIA termine apoyando a sus “opositores”.

Putin, a quien Biden acaba de calificar “ese loco hijo de puta”, tiene experiencia en temas de espionaje desde hace años, pues en la época de Boris Yeltsin fue director del Servicio Federal de Seguridad y secretario del Consejo de Seguridad Nacional.

La CIA, como bien lo documentó Manuel Buendía, siempre ha estado metida en nuestro país.

Tanto así que en su momento trascendió que los expresidentes Luis Echeverría y José Lopez Portillo fueron eficaces colaboradores de la central de inteligencia estadunidense.

El caos que pretenden sembrar con la citada supuesta financiación del narco al presidente López Obrador —a través de sus hijos y colaboradores cercanos— tiene todo el tufo de la CIA y su afán histórico de meter las narices en tiempos electorales.

No hay que olvidar que tanto ésta como la DEA forman parte del gobierno de Estados Unidos, quien mantiene una doble moral lo mismo en tiempos republicanos que demócratas.

Putin dice en la reveladora entrevista que fue engañado por diversos presidentes —Clinton, Bush, Biden, entre otros— con las más hipócritas promesas de buena voluntad, pero que al final siempre aparecía la CIA conspirando en su contra.

Lo mismo pasa con López Obrador.

El presidente Biden y su círculo cercano le mandan flores a Palacio Nacional, mientras en la oscuridad envían a sus rabiosos pitbulls.

No hay que darle vueltas al asunto: las narices de la CIA están metidas en las elecciones mexicanas.

Con lo que no contaban es con la notable audacia del presidente, quien en la Mañanera de este jueves los desnudó de manera inédita.

La guerra sucia está instalada.

Los ventiladores y la mierda también.

Desde Palacio Nacional hay un capitán velando sus armas y dirigiendo al ejército.

Qué temporada de zopilotes estamos viviendo.

Una duda que mata. No se entiende que haya columnistas que defiendan la 4T poblana y que sean insaciables críticos del presidente López Obrador, a quien descalifican con todo tipo de vulgaridades.

¿Cómo se la hace para tener esa dualidad esquizofrénica?

Pasen la receta.

Plis.

 

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